Como si fuera 2006 con su R26. Fernando Alonso está de vuelta entre los mejores con su Aston Martin AMR23 y lo ha hecho con un brillante podio en el GP de Bahrein. El asturiano, que venía firmando un fin de semana de lo más ilusionante con dos primeros puestos en los tres entrenamientos libres, firmó una quinta posición en la qualy al confirmarse que los Red Bull están un paso por delante.
De hecho, así ha sido también durante la carrera, donde Max Verstappen y 'Checo' Pérez han dado continuidad a su superioridad durante la jornada del sábado para que el neerlandés se llevara el primer triunfo de la temporada, dejando la plata para el mexicano y el peldaño más bajo del podio de Sakhir para un Alonso que ha hecho morder el polvo a Carlos Sainz (cuarto) y a Lewis Hamilton (quinto).
Otro gallo canta en ritmo de carrera
Ciertamente, y después de proclamarse como el más rápido en dos de los libres, la quinta plaza de Alonso después de la Q3 era una poco decepcionante. Parecía que el Aston Martin había evolucionado hasta el punto de poder competir de tú a tú con los gigantes, pero los Red Bull volvieron a mandar, secundados por los dos Ferrari.
Sea como sea, la realidad a una vuelta no refleja la real. En ritmo de carrera, otro gallo ha cantado. Alonso se había adjudicado la victoria de dejar atrás a los Mercedes en la clasificación, pero durante esta jornada dominical ha demostrado que su monoplaza está para competir con los Ferrari. Se ha ahorrado tener que bregar con un Charles Leclerc que ha abandonado por problemas mecánicos, pero cuando se ha puesto a estela, primero de Hamilton y después de Sainz, Fernando ha vuelto a frotar la lámpara.
Al británico, Alonso le ha hecho el lío después de mostrarse por el exterior, para que Hamilton abriera la puerta y el '14' viera la luz. Ha jugado con él como el que lo hace con el simulador, pero es que Fernando quería el interior de la curva más complicada del circuito para ponerse cuarto y así se lo ha concedido el piloto de Mercedes.
Sainz, el último escollo
Alonso venía con unas gomas duras que le han respondido como para ser ambicioso y así ha sido cuando ha disipado a Sainz en el horizonte. Quedaban ya 12 vueltas para el final, que Carlos, también con los duros calzados, no ha podido contener las ganas de Alonso de volver. De volver al podio y volver a hacer sentir su presencia a los que vienen mandando durante los últimos años. Mientras tanto, Lance Stroll ha sido sexto para arrancar el Mundial de Constructores con la escudería de Dan Fallows como segunda clasificada.
Veremos dónde está el techo de este Aston Martin, pero, de momento, un podio es una carta de presentación brillante.