El espectacular inicio de temporada de Red Bull en la Fórmula 1 ha generado muchísimos nervios en Mercedes. La escudería alemana, clara dominadora de la competición hasta hace dos temporadas, no se puede permitir otro año sin éxitos, por lo que la prensa especializada ya especula con una posibilidad que va ganando peso, que Mercedes le dé los mejores motores a Aston Martin, cliente suyo, antes que hacer con sus propios coches, que está por debajo por una peor configuración. "Red Bull está en otro planeta, me recuerda a cuando nosotros les metíamos un segundo a todos en nuestro mejor momento", afirmó Toto Wolff, presidente de Mercedes, después de la carrera de Baréin.
Mercedes, pues, prefiere sacrificar su coche principal, con el que ya sabe que este año no tiene nada que hacer, y apostarlo todo por un sorprendente Aston Martin, y con Fernando Alonso desatado. El gran problema es que el plan de Mercedes choca frontalmente con su gran estrella, Lewis Hamilton, que no quiere ni oír a hablar de tirar la temporada en beneficio de Fernando Alonso. La realidad, sin embargo, es que Hamilton terminó la carrera de Baréin a 50 segundos de Verstappen, una barbaridad imposible de eliminar esta temporada.
Ferrari quiere a un Hamilton dolido
Los rumores, de hecho, apuntan a que Lewis Hamilton empieza a estar harto de Mercedes. Con 38 años no quiere seguir esperando un coche competitivo que no llega, por lo que se estaría planteando muy seriamente cambiar de equipo de cara a la próxima temporada. Con las puertas de Red Bull cerradas, la opción más viable es Ferrari, que está trabajando en un coche ganador para el año que viene. En la escudería italiana están cada vez más convencidos de que Carlos Sainz no es un ganador regular, que lo mejor sería cambiar de piloto para volver a ganar un Mundial, un éxito que no se produce desde el 2007, con Kimi Raikkonen como piloto estrella.
El plan de Ferrari es sustituir a Carlos Sainz, si el madrileño sigue sin explotar, y darle su asiento a un piloto ganador y experimentado. Y es aquí donde aparece la figura de Lewis Hamilton, que tendría ante sí una oportunidad de oro de agrandar su leyenda, pues podría ganar su 9º Mundial al volante de Ferrari, un hecho histórico y prácticamente irrepetible.
Aston Martin, con los pies en el suelo
Mientras, en Aston Martin siguen digiriendo el espectacular tercer puesto de Fernando Alonso en Baréin, un resultado inesperado. "No sabíamos dónde estábamos, en los test nunca se sabe qué hace cada uno. Nos centramos en nosotros mismos, hicimos nuestros deberes. Fue muy importante no poner un pie fuera en clasificación y en carrera teníamos un plan en marcha. No queríamos dejarnos llevar por la gente que paraba muy pronto, sabíamos que teníamos la ventaja de neumáticos. Y queríamos dar espectáculo adelantando en la pista y no fuera", ha afirmado Mike Krack, jefe de Aston Martin.
A pesar del gran resultado, Krack ha querido rebajar la euforia recordando que Red Bull están a otro nivel y que Leclerc tuvo que retirarse. "La desventaja sigue siendo sustancial, no sabemos cuánto más tenía Red Bull. Tenemos que mantener los pies en el suelo. Sabíamos que no éramos malos y que tendríamos un buen ritmo, pero no soñábamos con el podio. Nos centramos en nuestro trabajo", recuerda Krack. El jefe de Aston Martin, además, se ha negado a entrar en las palabras de Red Bull, desde donde acusan al equipo británico de estar copiando su coche. “No entramos en guerras de palabras, lo dejamos ahí”.