Fernando Alonso sorprendió a todo el mundo cuando decidió fichar por Aston Martin. La escudería británica era una de las peores de la parrilla y la temporada anterior había quedado muy lejos de los puestos de cabeza. Sin embargo, el piloto asturiano, seducido por el proyecto de Lawrence Stroll, decidió apostar por ellos y la jugada le ha salido bien.
Seguramente, salir de Alpine haya sido una de las mejores decisiones que haya tomado Fernando a lo largo de su vida. Ahora, está viviendo una segunda juventud en la marca británica. El AMR23 funciona y Alonso maximiza sus virtudes y minimiza sus defectos. Tanto es así que el ovetense ha pisado el podio en 4 de las 5 carreras que se han disputado, consolidando el mejor inicio de Alonso desde que es piloto de Fórmula 1. Y es que ni en Aston Martin se esperaban estos resultados.
Alpine engañó a Fernando Alonso
Atrás queda ya ese pasado oscuro del Nano en la escudería francesa, donde le prometieron victorias, ser importante y construirle un monoplaza fiable y rápido para poder competir por el Mundial. Claro, ante estas palabras tan seductoras, Fernando Alonso sucumbió al encanto y decidió probar suerte en Alpine.
Sin embargo, eran todo mentiras. Las palabras se las lleva el viento y las promesas hay que refrendarlas con hechos. Una cosa que no hizo Alpine. Engañó a Fernando Alonso con promesas vacías y se vio obligado a pasar una temporada aciaga y sin esperanzas. Una campaña para el olvido, que acabó con Fernando fuera del equipo, por suerte.
Aunque intentaron convencer a Alonso, con trampas y engaños para que siguiera. Pero, una vez, Fernando vio lo que había dentro, y fue ninguneado en favor de un piloto que no le llega ni a la suela de los zapatos, tuvo claro que había que salir. Y así lo hizo.
Fernando Alonso retrata a Szafnauer
Y a Alpine le siguen creciendo los enanos en el circo que tienen montado. Omar Szafnauer, jefe de equipo, está en la cuerda floja debido a los malos resultados cosechados. Además, él fue uno de los instigadores de aquellos engaños y el ninguneo al que se vio sometido Fernando Alonso. Él fue el que dijo que en 2024 podrían pelear por victorias, pero era en sueños, porque lo cierto es que están mucho peor que la temporada anterior.
"Nuestro simulador tiene 20 años. Necesitamos invertir en tecnología y personal de forma inmediata. Las cosas no son lo rápidas que deseamos en la vida. Pides un simulador o contratar a un nuevo ingeniero y puedes tardar dos años en conseguirlo", dijo Szafnauer, tratando de echar balones fuera.
Pero el jefe de Alpine, Laurent Rossi, prendió la mecha contra un Szafnauer que parece tener las horas contadas: "Estoy notando no solo una falta obvia de rendimiento y rigor en la entrega, sino también un estado de ánimo que no está a la altura de los estándares anteriores de este equipo. No me gustó el primer Gran Premio, porque hubo mucho, lo siento por decir esto, amateurismo, lo que llevó a un resultado que no fue el correcto". Lo que está claro es que Alpine engañó a Fernando Alonso y a todo el mundo con sus predicciones. Y, como se ha podido demostrar, la culpa no era de Fernando, sino de una mala planificación y estructura.