El Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 ha dejado conclusiones ilusionantes y también conclusiones para olvidar. La cara de la carrera fue Carlos Sainz y la cruz fue Fernando Alonso. Los dos pilotos españoles destacaron, pero la victoria del madrileño no ha hecho ninguna gracia al asturiano. No ha llegado la 33 de Alonso cuando Max Verstappen y los Red Bull han fallado, pero sí ha llegado la 2 de Sainz.
Carlos Sainz brilla en Singapur
Este fin de semana de competición de la F1 en territorio asiático fue un monólogo de los Ferrari. Pero sobre todo lo fue de Carlos Sainz. El piloto madrileño fue el más constante en los entrenamientos, quien se llevó la pole position y quien finalmente consiguió la victoria. Y por primera vez esta temporada un piloto no Red Bull sube en el cajón más alto del podio.
Carlos Sainz supo gestionar las situaciones de carrera, los neumáticos y la presión. Y el piloto madrileño acabó muy sonriente la carrera. Una demostración de que a sus 29 años todavía tiene mucho que decir. Y la victoria lo consolida en Ferrari, que en los últimos meses ha llegado a dudar de su calidad y determinación cuando está al volante.
Fernando Alonso, muy enfadado con la carrera de Singapur
Pero Fernando Alonso vivió una situación totalmente contraria. El piloto asturiano de Aston Martin aspiraba a acercarse a las posiciones de podio, pero a la hora de la verdad no fue posible. Problemas mecánicos al inicio de la carrera lo dejaron en una situación de vulnerabilidad. Y cuando tuvo que dar un paso adelante no lo pudo hacer.
Además, lo más negativo para Alonso es que a su situación complicada con el Aston Martin se le añadió una sanción que se ha considerado injusta, igual que más problemas con su equipo a la hora de hacer cambios de neumáticos. Al final, sin embargo, lo que tuvo que celebrar es que acabara la carrera. Si Sainz fue el primero clasificado en Singapur, Alonso fue el último monoplaza que cruzó la meta.
Y Fernando Alonso, muy enfadado con su coche, con los comisarios y con la carrera del GP de Singapur, se marchó sin mirar lo que había pasado. Y en primera instancia no se acercó a Carlos Sainz después del pesaje habitual tras las carreras para felicitarlo. Por lo tanto, no hubo felicitación del ídolo Alonso al victorioso Sainz. Sí que la felicitación llegó más tarde a través de las redes sociales.
Fernando Alonso quiere cambios en Aston Martin y que lleguen las mejoras. Si al inicio de temporada era quien aspiraba a desbancar a los Red Bull de la posición más alta del podio, ahora es uno más de los pilotos que no aspiran ni a quedar entre los tres primeros. Un cambio de mentalidad y un cambio de Aston Martin es lo que el piloto asturiano necesita para conseguir su 33ª victoria en la F1.