Fernando Alonso se está dando cuenta que cometió un error de cálculo cuando decidió fichar por Aston Martin al salir de Alpine. El piloto asturiano estaba convencido de que la gran sorpresa de la temporada sería la escudería británica, que tenía una hoja de ruta para ser optimista. Y en el inicio de temporada así fue, ya que Aston Martin comenzó el Mundial de una forma espectacular, hasta el punto de que Fernando Alonso tuvo opciones reales de lograr la ansiada victoria 33.

Poco a poco, sin embargo, las competidoras han ido superando a Aston Martin. Primero fue Mercedes, y luego Ferrari. Lo que Fernando Alonso no esperaba es que la gran sorpresa fuera a ser McLaren, que en Qatar volvió a demostrar estar a un nivel espectacular, hasta el punto de que Piastri se quedó muy cerca de poderle competir la victoria a Verstappen.

Lando Norris, piloto de McLaren / Foto: Europa Press

Aston Martin, más lento de lo esperado

El principal problema es que Fernando Alonso ya se ha dado cuenta de que la eclosión de Aston Martin, de la que no tiene dudas que llegará, se producirá más tarde de lo esperado, a medio plazo, un hecho que a él no le interesa. El asturiano, por una cuestión de edad, necesita rendimiento inmediato, ganar ya, algo que Aston Martin no le dará. La apuesta tendría que haber sido McLaren, pero su salida de la escudería por la puerta de atrás evita que pueda ver alguna posibilidad de retorno.

"Dejar McLaren en 2007 fue un error, o pensar que Honda podía competir mejor. He corrido con Ferrari y Ferrari significa lo máximo, pero me fui de allí y, desde entonces, nuestro balance es similar, ni ganamos cuando estábamos juntos, ni lo hemos hecho una vez separados", llegó a admitir Fernando Alonso en el 2019.

Fernando Alonso, en el circuito de Zandvoort, en los Países Bajos / Foto: Europa Press - Florent Gooden

Un año en McLaren lleno de tensión

Fernando Alonso llegó a McLaren como la gran estrella de la parrilla. Después de ganar dos Mundiales con Renault, la idea era crear una dinastía con McLaren, que en aquellos momentos lo tenía todo para ser la gran dominadora de la parrilla. Lo que el asturiano no sabía es que su peor enemigo iba a ser su compañero de equipo, Lewis Hamilton, que a pesar de su inexperiencia no iba a aceptar ser el segundo de a bordo. McLaren le proporcionaba a Hamilton todos los datos de telemetría de Alonso, que copiaba con exactitud, para después atacarle en los Grandes Premios. 

La situación se fue volviendo insostenible, una guerra abierta que acabó perjudicando a ambos pilotos, ya que a pesar de tener el mejor coche vieron como Raikonnen lo aprovechaba para llevarse el Mundial. Al terminar la temporada, Fernando Alonso decidió hacer las maletas y salir de McLaren, por la puerta de atrás.