Interlagos prometía un resultado optimista para Fernando Alonso. El piloto asturiano se mostraba con muy buen ritmo en la clasificación de este domingo por la mañana, pero un fuerte accidente en la Q3 lo ha privado de poder soñar con el podio. El de 43 años saldría en 9.ª posición, pero con las esperanzas todavía depositadas en un resultado que hace varias carreras que no consigue. Nada más alejado de la realidad, el Aston Martin no está para ilusionarse, ni tampoco para puntuar. Solo la magia del 'Nano' consigue hacer acabar este coche entre los 10 primeros clasificados. Pero hoy no ha sido el caso.
Fernando Alonso recuerda a las víctimas de València
Un desbarajuste de problemas mecánicos y físicos, y también de errores impropios del piloto, se han juntado para que el piloto acabara en 14.º lugar, solo por detrás del chino Guanyu Zhou. "Éramos menos rápidos hoy en la carrera y hemos sufrido problemas con los frenos", se lamentaba. Uno de los grandes quebraderos de cabeza para el asturiano en la carrera de este domingo ha sido el famoso 'porpoising', el efecto que hace que un Fórmula 1 'rebote' contra el asfalto y ocasione problemas musculares a los pilotos. "En condiciones normales, hoy no habría acabado la carrera", decía Alonso, que añadía que se sentía en deuda con los mecánicos y los afectados por la DANA que ha destrozado 70 municipios del País Valencià.
Quedaban solo tres vueltas para el final del Gran Premio del Brasil, cuando escuchábamos a Fernando Alonso, entre evidentes signos de dolor, quejarse del rebote y del dolor "anormal" que tenía en la espalda, pero que agradecía el titánico esfuerzo de los mecánicos de la escudería británica para poner el coche a punto para la disputa de la carrera en menos de 3 horas. Y es que la lluvia del sábado cambió los planes de la Federación Internacional de Automovilismo y decidió que se disputara la clasificación y la carrera este mismo domingo en un intervalo de solo cinco horas. Y si sufrías un accidente en la 'qualy', la presencia en la parrilla de salida se veía muy comprometida, como ha acabado pasando con el piloto de Williams, Alex Albon, que después de sufrir un fuerte accidente por la mañana, no ha podido dar ninguna vuelta al circuito de Interlagos durante la carrera de la tarde.
Al final de la carrera, una vez ya en el 'pit lane' y con el coche aparcado, se veía un Fernando Alonso con graves problemas físicos y con dificultades para salir del vehículo. Una vez fuera, un emotivo abrazo con dos de sus mecánicos resumía la tristeza y el esfuerzo del asturiano.