El 19 de mayo llega, por fin, la tan esperada gira europea del Mundial de Fórmula 1. Es uno de los momentos más importantes de la temporada, porque es cuando se empiezan a vislumbrar las opciones reales de cada equipo, sobre las posiciones que pueden acabar ocupando a final de temporada. Todas las escuderías esperan con ansia este momento, pues, sirve como termómetro para marcar la temporada.
Una campaña que, por otra parte, no podría haber empezado mejor para Fernando Alonso al volante de Aston Martin. La marca de Silverstone ha construido un monoplaza muy fiable y rápido para el piloto asturiano, que ha correspondido con creces la apuesta que hizo Lawrence Stroll por él. El AMR23 funciona, y Alonso le saca el máximo partido. Buena muestra de ello, es que se ha subido al podio en cuatro de las cinco carreras disputadas hasta la fecha, todas ellas con un tercer puesto muy destacable.
Imola, la gran prueba de fuego de Aston Martin
En la escudería del magnate canadiense no se esperaban este inicio meteórico de Fernando, pero llegados a este punto, quieren más. Ya lo dijo Mike Krack, jefe de Aston Martin, "Creo que a principios de año un podio fue increíble. Ahora, después de lograr cuatro, obviamente queremos más... y al menos un segundo lugar. Los dos Red Bull siempre son irrompibles y muy rápidos, pero tal vez en Mónaco y Barcelona tengamos una posibilidad".
Pero, antes de Mónaco y Barcelona, llegará Imola, donde Aston Martin obtendrá el primer paquete de mejoras de la temporada, lo que puede significar un paso muy importante en las aspiraciones del equipo inglés, de seguir en las posiciones de cabeza. Si bien, hasta ahora, el coche ha funcionado, todavía no se han introducido evoluciones significativas.
El fabricante británico tenía muy claro que el Gran Premio de Emilia-Romaña era el circuito ideal donde poner a prueba este paquete de mejoras, el propio Krack, así lo aseguró: "Nuestro objetivo era aprender lo máximo posible sobre el coche antes de hacer cambios precipitados. A medida que avance la temporada, veremos por donde tiene sentido llevar piezas nuevas". Las palabras del jefe de equipo, son ilusionantes y hacen prever que la marca verde seguirá maximizando sus recursos y construyendo un coche potente.
La victoria 33, más cerca que nunca
La idea es hacer el monoplaza lo más competitivo posible para poder acercarse a los Red Bull que, a día de hoy, siguen jugando en otra liga. De momento, la gracia de este campeonato está por ver quien es el mejor de "la liga de los mortales", un honor que de momento ostenta Aston Martin, y cuyo máximo rival es Ferrari.
Por su parte, el Nano sigue lleno de ilusión y optimismo porque ve que, por fin, está acertando en sus decisiones. En el equipo lo tienen en cuenta, están a la altura de su leyenda y las cosas funcionan. Alonso sabe que en la escudería británica están haciendo todo lo posible para que su monoplaza siga evolucionando y está contento con el trabajo de sus mecánicos.
Sabe que Mónaco y Barcelona son trazados ideales para conseguir esa victoria 33 tan deseada. De momento, llegará Imola donde podrá probar las mejoras. Ya en los circuitos anteriormente mencionados, con todas las evoluciones del AMR23, Fernando Alonso espera poder competir cara a cara con Max Verstappen y Checo Pérez, que saben que a la mínima, el piloto asturiano asaltará el trono. Es el mejor y si le dan las herramientas adecuadas, lo seguirá demostrando.