Cuando Lamine Yamal dijo que "la presión no existe", que era un factor "mental" y "una excusa", la perla del Barça soltó palabras de mucho peso, pero tanto los que le ven a través de una televisión como quienes comparten campo con él coinciden que, con tan solo 17 años, Lamine juega a otra cosa.
Esta vez, ha sido Ferran Torres quien ha querido elogiar la actitud de su compañero de equipo en la rueda de prensa previa al España-Países Bajos de este domingo. Concretamente, el de Foios ha afirmado que "Lamine Yamal no sé si conoce la presión. Parece que juegue en el patio de casa o al de la escuela".

Lamine Yamal y su impermeable
No es difícil recordar cuándo Lamine Yamal debutó en LaLIGA EA Sports con la camiseta del Barça. El conjunto culé, en ese entonces dirigido por Xavi Hernández, jugaba ni más ni menos que en el Camp Nou, y un niño de todavía 15 años, con el '41' a la espalda y un descaro que llamaba la atención, no solo tuvo un gol en sus botas en los pocos minutos que tuvo sobre el terreno de juego, sino que dibujó un pase interior precioso hacia Dembélé que, rápidamente, dio su nombre a conocer.
Lamine siempre ha tenido un tipo de impermeable a través del que solo se ha dedicado a jugar a fútbol. Ejemplos de ello hay unos cuantos. En el documental de España de la pasada Eurocopa, Nico Williams declaraba que iba 'cagado' a jugar contra Alemana, pero revelaba con incredulidad que Lamine se durmió en el autobús.

Otro de estos ejemplos dignos de admiración, y este por un tema mucho más serio que la presión a la que están sometidos los futbolistas, salió a la luz en el programa 'Decoded' de DAZN. El presentador catalán, Alberto Edjogo-Owono, le preguntaba por los insultos racistas que el '19' culé recibió en el Santiago Bernabéu. Lamine, ante un tema desgraciadamente recurrente y más que delicado, dio una respuesta igual de inocente que de admirable: "Cuándo una persona te insulta, tiene unos valores que no son buenos, no hay que fijarse". Además, añadió una frase digna de mantra, pero que a menudo — para no decir siempre — se olvida: "Al final se trata de disfrutar de la vida". De esta manera, un chaval de tan solo 17 años daba una lección e, inconscientemente, otro motivo para considerarle un chico adelantado a su edad en un aspecto mucho más importante que en el de jugar bien a fútbol.