Se acerca el cuarto Gran Premio de la temporada, en la cita que acogerá el Gran Premio de Azerbaiyán en Bakú. En Ferrari sueñan con espantar a los fantasmas de la temporada pasada, en la cual vivieron un sinfín de problemas que le impidieron luchar por el campeonato contra un Red Bull, pilotado por Max Verstappen, intratable.
Pero, de momento, el inicio de esta campaña es una continuación de la anterior. Ni Charles Leclerc ni Carlos Sainz han pisado el podio en lo que llevamos de temporada, consumando así el peor arranque de la escudería italiana desde 2009. De nada, parece, han servido los cambios internos de la marca roja, sustituyendo a Mattia Binotto por Frederic Vasseur como director general de Ferrari.
Ferrari necesita mejorar
La situación en el box es tensa. Tanto es así que se ha especulado con la marcha del piloto monegasco, el número 1 para el equipo italiano, o al menos eso parece, a Mercedes, como sustituto de Lewis Hamilton. Unos rumores que se ha encargado de desmentir el propio Leclerc, "no, de momento", aseguró el francés.
Las cosas no han ido bien para Charles Leclerc, pero tampoco para Carlos Sainz. Por eso, el Gran Premio de Bakú será la gran prueba de fuego para Ferrari. Las dudas sobre la fiabilidad del SF-23 siguen sobrevolando sobre el box italiano, y todos se hacen la misma pregunta ¿es suficientemente competitivo para luchar con Red Bull?
La respuesta de momento es negativa. El piloto madrileño exigía cambios en el monoplaza para tratar de mejorar, pero Vasseur, tenía otros planes. Hoy a Sainz, durante la Q1, tampoco le ha ido demasiado bien. Ha dado un susto al realizar un trompo con su coche, aunque no le ha impedido meterse en la Q2.
Las primeras mejoras sustanciales, en Imola
El director general de Ferrari cogió un camino diferente al expuesto por el español: "Seguimos con el plan. Creo que hicimos algunos ajustes en términos de equilibrio y comportamiento, y fue mucho mejor en Melbourne y continuaremos en esta dirección", explicó, antes de añadir que "continuaremos actualizando este monoplaza; intentaremos mejorarlo enormemente".
Así pues, las primeras mejoras significativas para el SF-23 no llegarán hasta Imola, en el Gran Premio de Emilia-Romaña. Carlos deberá esperar para ver esos cambios que solicitaba a su equipo ante la evidente necesidad de mejorar el monoplaza para volver al camino de la victoria. De momento, las peticiones del piloto español no están siendo consideradas por los suyos, pero llegarán, y ahí, esperemos ver el verdadero potencial del SF-23.