Dani Olmo llegó a estar muy cerca del Barça hace unos meses. Joan Laporta se obsesionó con él, y estaba dispuesto a cerrar su contratación, invirtiendo una gran cantidad de dinero. Creía que sería un refuerzo muy útil, aprovechando su polivalencia y la capacidad que tiene de jugar en múltiples posiciones. Y en Alemania llegaron a dar por cerrado el acuerdo con el futbolista, a falta de llegar a un entendimiento con su club, el RB Leipzig.

Pero finalmente no se pudo llegar a concretar la operación. El primer motivo fue que desde el Red Bull Arena no querían desprenderse de una de sus grandes estrellas a mitad de temporada. Y el precio en el cual le tasaron, de 75 millones de euros, era completamente prohibitivo. Además, Xavi Hernández tampoco parecía estar demasiado convencido, y recomendó centrarse en otro perfil de jugador mucho más goleador y necesario.

Dani Olmo/ EFE

Así que el ex del Dinamo de Zagreb, que se formó en La Masía, se quedó esperando la oportunidad de regresar a España, que era su objetivo. Ya se sentía preparado para iniciar una nueva aventura en un conjunto más ambicioso, y la opción que más le seducía era la de volver al club en el cual inició su carrera profesional. Acabó muy dolido con el conjunto azulgrana, y se sentía traicionado, de manera que ya ni se plantea aterrizar en el Camp Nou.

De hecho, quiere vengarse de Laporta, y por esa razón no ha dudado a la hora de ofrecerse al Real Madrid. Olmo y su representante se han puesto en contacto con Florentino Pérez, conociendo la situación de la plantilla, ya que buscan caras nuevas para la parcela ofensiva. El futbolista cree que puede ser un sustituto perfecto para Isco Alarcón y para Marco Asensio. El primero ya ha dejado de pertenecer al club, y el segundo puede irse en las próximas semanas.

Aunque en el Santiago Bernabéu tampoco parecen estar demasiado convencidos respecto a su llegada, y Carlo Ancelotti cree que hay alternativas mucho más atractivas y convincentes.

Ferrán Torres, el culpable de que Olmo no firmara por el Barça

Xavi fue el principal responsable de que Olmo no firmara por el Barça, pero también hay otro culpable. Porque finalmente el elegido fue Ferrán Torres, que además de ser más joven, también tenía un precio más asumible. Y Laporta aceptó olvidarse del egarense para centrarse en el extremo valenciano.

Una apuesta que, de momento, ha dejado muchas dudas, pues no ha podido sorprender con su rendimiento. Pero el entrenador culé está seguro de que en la nueva campaña será una pieza muy importante.