El Barça puede concretar este verano el fichaje que se le escapó en el anterior. Porque después de intentarlo todo hasta el último momento, Joan Laporta y Mateu Alemany no pudieron hacer nada para conseguir que el Manchester City permitiera la salida de Bernardo Silva. Pedían demasiado dinero, más de 100 millones de euros, y la situación económica no permitía hacer otro desembolso tan elevado, después de haber fichado a Robert Lewandowski, a Jules Koundé y a Raphinha.

A pesar de que el acuerdo con el internacional portugués estaba prácticamente cerrado, y estaba ansioso por ponerse a las órdenes de Xavi Hernández, que le garantizaba un papel muy importante, y de hecho fue quien solicitó su incorporación, Pep Guardiola se negó a abrirle las puertas. Consideraba que era imprescindible, y no estaba dispuesto a perderlo. Así que en el Camp Nou no tuvieron de otro remedio que olvidarse de él.

Bernardo Silva/ Foto: Europa Press

Pero ahora la situación ha cambiado de manera radical. El ex del Benfica y del AS Mónaco ya no tiene el cartel de intransferible, y desde el Etihad Stadium ya no descartan permitir su marcha, siempre y cuando reciban una propuesta lo suficientemente interesante. No lo regalarán, pero se conformarían con 80 ‘kilos’, una cifra notablemente más reducida, pues saben que el futbolista presionará para que le dejen irse.

Bernardo no se considera intocable en el City, y da su etapa en la Premier League por finalizada, después de seis campañas allí. Quiere un nuevo desafío a estas alturas de su carrera, ahora que tiene 28 años, y la posibilidad de iniciar una nueva aventura en La Liga Santander es la que más le seduce. El Real Madrid se ha interesado por él, y ha contactado con su agente, Jorge Mendes, pero su destino prioritario sigue siendo aterrizar en el Barça.

Y las relaciones tan fluidas que su representante mantiene con Laporta también pueden facilitar las cosas enormemente. Guardiola deberá de comenzar la búsqueda de un sustituto de garantías.

¿Dónde encajará Silva en los esquemas de Xavi?

En caso de que Silva acabe desembarcando en el Barça, una opción que ha ganado fuerza en los últimos días, también está por verse dónde encajará en los esquemas de Xavi. Porque gracias a su polivalencia, puede actuar sin problemas como media punta, su posición natural, como extremo por cualquiera de las dos bandas y como interior.

A priori, todo hace indicar que completaría el tridente al lado de Ousmane Dembélé y de Robert Lewandowski.