El nombre de Nico Williams vuelve a estar en el centro de todas las miradas en Can Barça. El extremo del Athletic Club es el objetivo número uno en la lista de fichajes para el próximo verano, y a diferencia del pasado mercado, esta vez todos en el club parecen ir en la misma dirección. Desde la dirección deportiva hasta el banquillo, pasando por la presidencia, hay consenso en torno a su incorporación.
La idea, además, ya tiene fecha límite: el 15 de julio. El propio jugador no quiere que la situación se alargue como el verano pasado, donde su futuro se convirtió en uno de los culebrones del mercado. Nico y su entorno quieren resolver todo antes del inicio de la pretemporada, tanto para él como para el club que lo fiche, y el Barça lo sabe.

Flick y Deco ya están alineados
Hace un año, Joan Laporta apostaba fuerte por Nico Williams, mientras que Flick y Deco preferían a Dani Olmo, un perfil más versátil y con experiencia internacional. Pero tras una temporada brillante del extremo vasco y viendo las necesidades del equipo, el técnico alemán ha dado su visto bueno a la operación.
Nico, con su velocidad, desborde y capacidad para fijar defensas, encaja perfectamente en el sistema de Flick, donde se busca dinamismo por bandas y profundidad ofensiva.
El futuro de Araujo, la otra clave
Araujo es uno de los nombres que puede dejar una buena cifra en las arcas del Barça. Hay muchos equipos interesados y el uruguayo no es un indiscutible en el once de Flick.
La llegada de Nico no está condicionada a la salida de Araujo, pero desde la directiva ven con buenos ojos una operación que ayude a cuadrar cuentas y que dé paso a un futbolista joven, nacional, y con mucho margen de mejora.

Cláusula asumible, pero límite salarial complicado
El precio de Nico Williams no es un problema. Su cláusula de rescisión es de poco más de 62 millones de euros, una cantidad que el Barça podría pagar al contado, ya que dispone de liquidez suficiente para afrontar la operación.
El gran escollo sigue siendo el límite salarial impuesto por LaLiga, una barrera que impide al Barça moverse con libertad en el mercado. Las dificultades financieras del club y la falta de ingresos regulares como los asientos VIP —cuya venta ya no figura en las cuentas semestrales— complican el margen de maniobra.
Por eso, la secretaría técnica trabaja para aligerar masa salarial y hacer hueco en el plantel antes de poder inscribir a nuevos jugadores. Si se cumplen estas condiciones, el fichaje podría cerrarse en pocas semanas.
Una prioridad que no puede esperar más
Con el visto bueno de Flick, el apoyo de Deco y el deseo de Laporta, Nico Williams se ha convertido en una prioridad real. El jugador, por su parte, también ve con buenos ojos aterrizar en el Camp Nou. La fecha está marcada: antes del 15 de julio debe estar todo cerrado.
En el Barça quieren evitar tensiones, retrasos ni culebrones innecesarios. Si el entorno financiero lo permite, el próximo gran fichaje del proyecto azulgrana ya tiene nombre y apellidos.