En el Barça, como se intenta hacer en la mayoría de clubes, las decisiones se toman en consonancia entre la cúpula directiva y los responsables deportivos. Eso, en clave blaugrana, significa que Joan Laporta hace una u otra cosa dependiendo de lo que acorde con Mateu Alemany y Jordi Cruyff, director de fútbol y secretario técnico, y Xavi Hernández, el entrenador. Pero, como es lógico, no todos tienen las mismas opiniones, y eso puede acarrear que sucedan cosas como las que han pasado con Neymar Jr.
Neymar volvió a sonar para el Barça este pasado verano
El brasileño, desde que salió del Camp Nou el año 2017 con destino a París, siempre se ha rumoreado que podría acabar volviendo a jugar de blaugrana. Han sido muchas las veces que su nombre ha aparecido en la agenda barcelonista, y como él mismo explicó en su documental, estuvo cerca de convertirse en real hace unas temporadas. La última vez que Neymar ha sonado para el Barça ha sido este pasado verano.
Laporta lo tenía como uno de sus grandes objetivos ya desde la precampaña electoral, y una vez asumió la presidencia analizó las posibilidades de que Neymar volviera al Barça, algo que finalmente no sucedió por dos motivos. En primera instancia, porque económicamente era algo literalmente imposible de hacer. Una vez activadas las famosas palancas económicas, que permitieron reforzar al equipo con nombres como el de Raphinha o Robert Lewandowski, fue Xavi Hernández quién impidió el regreso del ex de Santos.
Xavi Hernández se negó a incluir a un jugador tóxico en el vestuario blaugrana
El entrenador blaugrana, que coincidió con Neymar como jugador y es consciente de todo el talento que atesora en sus pies, también sabe que puede acabar resultando un jugador tóxico y una mala influencia para el núcleo de futbolistas jóvenes que deben ser los líderes del Barça de la próxima década. Xavi se negó en rotundo, y Neymar se quedó en París, donde se sigue demostrando que es un jugador difícil de llevar. Así se ha demostrado en las últimas semanas con el divorcio total del brasileño y Kylian Mbappé, otra de las grandes estrellas de los parisinos.
Era evidente que su relación era mala, pero L'Équipe publica que se encuentra en el momento más bajo de todos. En algunos partidos ya han mostrado gestos de disconformidad, cuando Mbappé, justo después de fallar un penalti, intentó quitarle el balón de las manos a Neymar para tirar otro. El ambiente en París es complicado, y eso podría haberse replicado en Barcelona si Neymar hubiese llegado este verano al Camp Nou.