La Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha opuesto a excarcelar al expresidente del Barça Sandro Rosell, detenido el mayo pasado por blanqueo, ya que se enfrenta apenas graves que comportarían entre 6 y 9 años de prisión y podría fugarse a "un buen número" de países.

En un escrito, los fiscales Vicente González Mota y María Antonia Sanz se oponen a la petición de la defensa de Rosell de salir de prisión y consideran que fue él precisamente quien ideó la mecánica de blanqueo de casi 15 millones de euros provenientes de la venta de derechos audiovisuales de 24 partidos amistosos de la selección brasileña.

Rosell alegó en su petición de excarcelación que no existe riesgo de fuga, ya que es una persona conocida "en cualquier parte del planeta" por su antiguo papel en el club blaugrana, un argumento que rechazan los fiscales afirmando que el que sea "una persona conocida a escala planetaria no es una variable que pueda tener trascendencia a la hora de valorar sus posibilidades de fuga".

En este sentido, recuerdan que otros investigados en el caso, como el expresidente de la Confederación de Fútbol Brasileño (CDF) Ricardo Teixeira y Josep Colomer, exdirector del fútbol base del Barça, son también conocidos, "por no mencionar nominativamente tantos otros famosos investigados huidos durante años de la justicia penal de sus respectivos países".

Los fiscales destacan que Rosell realiza el "grueso" de su actividad laboral en el extranjero, de manera que "no tiene un especial arraigo" en España, viaja de forma habitual y "dispone de parte de sus bienes fuera de España, dónde además tiene sus negocios, de manera que podría establecerse en un buen número de países."

"Sus actividades -afirman los fiscales- en Asia, África, China, Senegal y Qatar, la disposición de cuentas bancarias en el extranjero, la utilización de sociedades con formas jurídicas opacas ubicadas en territorios 'off shore', son todas circunstancias que acreditan un riesgo objetivo y cierto que sólo la medida de aseguramiento personal adoptada (la prisión) puede conjurar".

En este sentido, recuerdan que dentro del sumario del caso figura una conversación telefónica con Teixeira, a quien la justicia española no ha conseguido localizar, en la cual este último le consulta "qué sitios del mundo podrían resultar más seguros a la hora de evitar problemas derivados de las investigaciones en curso seguidas contra él en diferentes países".

También existe, según los fiscales, el riesgo de que Rosell destruya pruebas, dado que la investigación se refiere a una operativa que afecta a varios países y la justicia española todavía no ha recopilado información de estos territorios.

Otra de las razones que llevan a los fiscales a descartar la salida de prisión de Rosell es la posibilidad de que vuelva a delinquir, en vista de las declaraciones que prestaron ante el juez los investigados, en las cuales otorgan una total "normalidad" a su manera de proceder.

En este sentido, recuerda que Rosell ya está acusado en otro procedimiento por el fichaje de Neymar (en el que se enfrenta a una petición de 5 años de prisión), cosa que apuntala todavía más las posibilidades de huida para evadir la acción de la justicia

La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela envió a Rosell a la prisión por haberse quedado presuntamente con 6,5 millones de euros, que después blanqueó en Andorra, de la venta de derechos de los amistosos de la selección brasileña.

La cantidad total desviada por estos partidos, que se pagó a una empresa vinculada a una sociedad árabe caimanesa del billonario saudí Saleh Kamel, habrían sido casi 15 millones de euros, que se habrían canalizado a través de empresas de Rosell, quien después repartió 8,3 millones a Teixeira.