Hans-Dieter Flick pretende incorporar múltiples caras nuevas a la plantilla del Barça, que ayuden a dar un notable salto de calidad, y que permitan poder devolver la ilusión a la afición, que este año ha quedado muy decepcionada con los irregulares resultados que han obtenido. Xavi Hernández no ha podido cumplir con las expectativas, y a pesar de la clasificación a cuartos de final de la Champions League después de cuatro años sin conseguirlo, este curso no puede definirse como aceptable.
No obstante, el técnico de Terrassa sí que dejará un legado importante a su sucesor, sea quien sea, aunque todo hace indicar que el elegido de Joan Laporta será el mánager alemán. Porque ha descubierto a tres estrellas que pueden ser muy importantes en el futuro, como ya lo están siendo en el presente. Y el caso más evidente de todos es el de Lamine Yamal, que ahora mismo es la gran esperanza del club, y muchos se atreven a considerarlo como el sucesor de Leo Messi.
Ha tenido una irrupción brutal en la élite, y ha asumido la responsabilidad de convertirse en el líder del ataque. Una cosa impresionante, si consideramos que tan solo tiene 16 años. Pero no ha sucumbido ante la presión, y es uno de los cracks más regulares del conjunto azulgrana. En el Camp Nou están convencidos de que puede ser uno de los mejores del planeta en un periodo corto de tiempo, y debe de seguir siendo intocable para ‘Hansi’.
Lo mismo se puede decir de Pau Cubarsí, otra joya de La Masía que se ha afianzado en los esquemas de Xavi, y ha demostrado unas condiciones sublimes, además de una personalidad increíble. Es de la misma generación que el extremo hispano-marroquí, pues también nació en el año 2007, y ahora mismo lo colocan como el líder de la defensa, por delante de Ronald Araújo. No comete errores, asume riesgos, y parece un veterano sobre el terreno de juego.
Sin duda, el Barça ha encontrado petróleo en la cantera con estos dos jugadores, que están destinados a marcar una época, y a ser pilares fundamentales en el proyecto de Flick.
Fermín López, el tercero en discordia
De un perfil más discreto es Fermín López, quien no es un habitual en las alineaciones, pero aún y así se ha ganado la confianza de Xavi trabajando en silencio, y aportando goles y asistencias llegando desde segunda línea.
En el Barça también están muy satisfechos con la progresión del centrocampista andaluz, que es cuatro años mayor que Lamine y que Cubarsí.