Hansi Flick ya ha lanzado su primer aviso importante desde que tomó las riendas del banquillo del FC Barcelona. Con la plantilla cerrada, el técnico alemán tiene claro que habrá que lidiar con lo que hay, y, a estas alturas, su principal preocupación tiene nombres y apellidos: Jules Koundé y Alejandro Balde. Flick ha sido muy claro con Deco, el director deportivo, sobre el problema que representa depender únicamente de estos dos jugadores para cubrir los puestos de lateral derecho e izquierdo respectivamente.
El asunto no es menor. En el lateral derecho, Flick solo cuenta con Koundé, quien, aunque ha demostrado ser un defensa versátil y de garantías, no es un lateral natural. El francés ha cumplido en esa posición, pero su rendimiento es más destacado cuando juega en el centro de la zaga. Balde, por su parte, es el único lateral izquierdo de garantías en la plantilla. Ambos futbolistas son imprescindibles para el esquema de Flick, que basa mucho de su juego en la solidez defensiva y la capacidad de sus laterales para aportar tanto en defensa como en ataque.
El problema viene cuando se observa la falta de profundidad en estas posiciones. Los únicos suplentes naturales para Koundé y Balde son dos jóvenes promesas de La Masía: Héctor Fort para el lateral derecho y Gerard Martín para el lateral izquierdo. Ambos han demostrado calidad y potencial, pero también está claro que quizás aún están un poco verdes para asumir un rol de tanta responsabilidad en una temporada tan exigente. Flick es consciente de ello y le ha dejado claro a Deco que depender de estos chicos en caso de una lesión o sanción de Koundé o Balde es un riesgo que puede costar caro al equipo.

Para Flick, los laterales son un punto crítico. Sabe que en una plantilla tan corta como la del Barça, cualquier contratiempo puede desestabilizar el equilibrio del equipo. Y los rivales en Liga y en la Champions no dan tregua; se necesitan jugadores preparados para afrontar cualquier reto. Flick tiene en mente algunos planes de emergencia, como el uso de jugadores fuera de su posición natural o adaptar esquemas en función de las necesidades, pero eso solo sería un parche.
El mensaje de Flick a Deco es claro: el Barça necesita más opciones en los laterales si quiere ser competitivo a lo largo de la temporada. En las oficinas del club también son conscientes de este problema, pero la realidad económica manda, y las posibilidades de fichar en el mercado ya cerrado son prácticamente nulas.
Deco sabe que, si bien Flick hará todo lo posible por sacar el máximo rendimiento a los jugadores disponibles, la falta de alternativas en los laterales es una espada de Damocles que pende sobre el Barça. Será una cuestión de resistir, de confiar en los titulares y de, quizá, dar un voto de confianza a los jóvenes. Pero Flick ya ha dado la voz de alarma: si algo falla en los laterales, el Barça podría pagarlo caro.