El FC Barcelona logró una valiosa victoria ante el Leganés en su lucha por el título de LaLiga, pero la noche no fue redonda para los culés. Alejandro Balde tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión y, según las primeras exploraciones médicas, estará fuera de combate alrededor de tres semanas. Un golpe durísimo para Hansi Flick, que podría perder a su lateral izquierdo titular para uno de los partidos más importantes del curso: la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid, el próximo 26 de abril en Sevilla.
Flick ya lo había advertido
Lo más preocupante para la dirección deportiva azulgrana es que esta situación era perfectamente previsible, y así lo advirtió Flick desde el inicio de la temporada. El técnico alemán, desde su llegada, dejó claro que Balde era el único lateral izquierdo en el que confiaba plenamente. Su velocidad, profundidad y capacidad para defender a extremos desequilibrantes como Vinicius o Mbappé le hacían fundamental en el esquema del alemán.
Sin embargo, el historial médico del jugador ya encendía las alarmas. La temporada pasada también se perdió varios encuentros por problemas musculares y Flick pidió refuerzos en esa posición durante el mercado de verano. Pero el fichaje no llegó, y ahora el Barça paga las consecuencias.
El dilema de Flick: confiar en Gerard Martín
Con Balde fuera, el Barça se queda sin un lateral izquierdo puro y con experiencia en el primer equipo. El relevo natural sería el joven Gerard Martín, un canterano que ha cumplido con buena nota en los minutos que ha disputado esta temporada. Sin embargo, su inexperiencia en partidos de máxima exigencia genera dudas dentro del vestuario y en el entorno del club.
La posibilidad de que Gerard tenga que medirse en una final a Vinicius, Rodrygo o incluso Mbappé preocupa. A Flick le gusta el perfil del joven, pero sabe que la responsabilidad de una final ante el eterno rival puede ser excesiva para un jugador que apenas ha sumado minutos en partidos de alto voltaje.
En cualquier caso, el problema vuelve a apuntar a una planificación incompleta, ya que no se reforzó adecuadamente una zona crítica pese a las advertencias del cuerpo técnico.
Un contratiempo en el peor momento
Con todo por decidir en Liga, Copa del Rey y Champions League, la baja de Balde llega en el peor momento posible. Flick pierde a un jugador clave en su esquema justo cuando necesita tener a todos sus titulares en el mejor estado de forma.
Ahora, el técnico alemán deberá tirar de ingenio, ajustar piezas y cruzar los dedos para que el joven Gerard dé la talla. Lo que está claro es que el aviso estaba dado, pero no fue escuchado a tiempo. Y ahora, el Barça se enfrenta a una final sin su mejor lateral izquierdo. Una lección que podría costar cara.