El Barça ha renunciado a la llegada de un pivote defensivo de primer nivel. Aunque durante mucho tiempo parecía que era la gran prioridad para Joan Laporta y para Deco, y tenían nombres como los de Joshua Kimmich, Amadou Onana, Bruno Guimaraes o Martín Zubimendi anotados en la agenda de objetivos, al final han optado por descartar esta idea. El motivo es por el limitado presupuesto que existe, y el elevado coste que tendrían estas operaciones.
Se han centrado en las incorporaciones de Nico Williams y de Dani Olmo, que está muy avanzada, y Hans-Dieter Flick tendrá que hacer experimentos para solucionar el problema que existe en esa demarcación. Pero cree que con Pablo Paéz ‘Gavi’, Frenkie de Jong, Ilkay Gündogan y Andreas Christensen, no debería de haber problemas. Y sin descuidar las jóvenes promesas de la cantera que piden una oportunidad, y que pueden ser los sucesores de Sergio Busquets.
Porque en el Camp Nou pueden presumir de tener unas categorías inferiores envidiables, y cada año emergen joyas de La Masía que demuestran su gran potencial. Alejandro Balde, Héctor Fort, Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Fermín López o Marc Guiu son algunos ejemplos de ello, y este año la tendencia debería de seguir igual. Porque en la pretemporada, hay perlas que ya han dejado muy buenas impresiones, y han convencido a ‘Hansi’.
Toni Fernández, Guille Fernández, Marc Casadó, Sergi Domínguez, Quim Junyent o Andrés Cuenca son algunos de los casos más significativos. Pero sin duda, es Marc Bernal quien más ha enamorado al entrenador germano. Durante la pasada campaña fue un fijo en el Barça Atlétic para Rafa Márquez, a pesar de que era juvenil de primer año. Y aunque se hablara mucho de él, Xavi Hernández no le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo.
Sin embargo, Flick sí que tiene intención de contar con el centrocampista nacido en el año 2007, que contra el Manchester City comenzó como titular, y dio una auténtica lección.
Flick quiere que Bernal sea el nuevo Busquets
A priori, Bernal seguirá con ficha y dorsal del filial, pero estará en dinámica con los profesionales, y puede quedarse definitivamente en el primer equipo, como hicieron Cubarsí, Fermín o Lamine.
Flick no tiene dudas de que es un fuera de serie, y quiere que sea el nuevo Busquets. En el Barça, por suerte, se aseguraron su renovación a largo plazo hace tan solo unas pocas semanas.