La situación de Ansu Fati en el FC Barcelona sigue complicándose. El atacante español recibió un nuevo revés en la goleada por 7-1 ante el Valencia, un partido en el que ni siquiera tuvo la oportunidad de disputar un solo minuto. A pesar de la abultada ventaja en el marcador, Hansi Flick optó por no darle entrada, una decisión que deja claro que el técnico alemán no cuenta con él y que su salida podría estar más cerca que nunca.
Para Ansu, esta temporada está siendo un calvario. Después de varias lesiones que frenaron su prometedora carrera, el joven canterano no ha logrado recuperar su mejor nivel y cada vez tiene menos protagonismo en el equipo. Su ausencia en el partido ante el Valencia, sumada a las recientes convocatorias en las que ni siquiera ha entrado en la lista, han sido golpes duros para un jugador que hace apenas unos años estaba llamado a ser una de las grandes estrellas del club.
Desde la dirección deportiva, liderada por Deco, se ha mantenido una postura de paciencia con el jugador, confiando en que pudiera revertir la situación. Sin embargo, la falta de minutos y la clara decisión de Flick de prescindir de él aceleran las gestiones para encontrarle una salida antes del cierre del mercado invernal, que finaliza en una semana.
Varios clubes de la Premier League han mostrado interés en Ansu Fati, pero las dudas sobre su estado físico han frenado una oferta en firme. En LaLiga, equipos como el Sevilla también han preguntado por su situación, aunque la operación sigue siendo complicada por el alto salario del jugador.
Mientras tanto, Ansu sigue entrenando con el grupo, pero con la sensación de que su tiempo en el Barça se está agotando. Su entorno, que confiaba en una segunda oportunidad bajo las órdenes de Flick, ha recibido con preocupación la última decisión del entrenador, entendiendo que su futuro está lejos del Camp Nou.
Por su parte, el FC Barcelona, consciente de la necesidad de aligerar la masa salarial, no vería con malos ojos una cesión con opción de compra, buscando recuperar parte de la inversión realizada en su renovación. La última palabra la tendrá el propio Ansu, quien deberá decidir si apuesta por quedarse y pelear por minutos o si acepta un nuevo desafío lejos de Barcelona.
Lo que está claro es que el tiempo corre en su contra, y el partido ante el Valencia ha sido la señal más clara de que su futuro inmediato no pasa por el Barça.