Lamine Yamal volvió a ser protagonista en la goleada del FC Barcelona al Villarreal por 1-5, dejando una actuación memorable que confirma su estatus de estrella a sus 17 años. Sin embargo, lo que debía ser una noche de celebración se convirtió en motivo de preocupación para el técnico alemán Hansi Flick. En los minutos finales del encuentro, con el partido ya sentenciado, el joven talento recibió un par de entradas muy duras que encendieron las alarmas en el banquillo culé.
“Hemos de proteger a todos los jugadores. No he visto las situaciones claras. Cuando analicemos el juego podré decir más cosas. Lamine lo está haciendo muy bien, pero también Raphinha, Lewandowski... estamos jugando como equipo en defensa y ataque”, declaró Flick en la rueda de prensa posterior al partido, intentando suavizar el tono, pero dejando entrever su preocupación por el trato que está recibiendo su jugador. El mensaje del entrenador fue claro: no quiere que una de sus grandes joyas se vea frenada por una lesión provocada por entradas temerarias.
La advertencia de Flick no es para menos. Lamine Yamal ha sumado cuatro goles y cinco asistencias en los primeros siete partidos oficiales de la temporada, manteniendo un nivel impresionante. En cada encuentro ha dejado su sello, ya sea con goles, asistencias o jugadas que marcan la diferencia. Su capacidad para dominar los partidos, generar peligro de la nada y decidir encuentros con su talento desbordante ha convertido al joven en una pieza indispensable para el Barça. Su evolución en apenas un año es asombrosa, recordando a muchos aficionados a las primeras apariciones de Lionel Messi, que también deslumbró en el estadio de La Cerámica en sus primeros años.
A pesar de su juventud, Lamine está mostrando una madurez impropia de su edad. En su segunda visita al feudo del Villarreal, volvió a ser determinante provocando un penalti que cedió generosamente a Robert Lewandowski, además de regalar su quinta asistencia en lo que va de LaLiga. Sin embargo, lo más destacado de su actuación fue la serenidad con la que manejó las provocaciones y el juego brusco de los defensas rivales. Los jugadores del ‘submarino amarillo’, frustrados por el marcador, no dudaron en recurrir a entradas duras para intentar frenar a Yamal, quien milagrosamente salió indemne de una auténtica cacería sin que el árbitro, Busquets Ferrer, mostrara más que tarjetas amarillas a los agresores, entre ellos, el exazulgrana Ilias Akhomach.
El talentoso extremo no solo ha sido clave en ataque, sino que su compromiso defensivo y su disposición para ayudar al equipo en todas las facetas del juego han sorprendido a propios y extraños. La confianza de Flick en él es absoluta, pero también es consciente de que debe manejar su carga física para evitar que sufra algún percance. El técnico sabe que Lamine ha jugado todos los minutos posibles tanto con el Barça como con la selección española, y un exceso de partidos podría pasar factura a un jugador que, pese a su calidad, sigue siendo un adolescente en pleno desarrollo.
El mensaje de Flick no solo va dirigido a Lamine, sino también a los árbitros y a los rivales. El alemán quiere evitar que se repitan episodios de dureza innecesaria que puedan poner en riesgo la carrera de una de las grandes promesas del fútbol mundial. Proteger a un talento como el de Lamine Yamal es responsabilidad de todos, y Flick ha dejado claro que hará lo necesario para que su estrella siga brillando con fuerza y sin contratiempos.