Hansi Flick tendrá que tomar una decisión con respecto a su defensa. El Barça tiene como titulares para el eje, a priori, la pareja Cubarsí-Araujo, pero el nombre del uruguayo es uno de los que está entrando en varias ecuaciones que lo ubican fuera del club a cambio de grandes cantidades de dinero. A partir de aquí, se dejaría de hablar de los Eric Garcia y, en este caso, Iñigo Martínez, y es que con el retorno de la cesión del central de Martorell, el ex del Athletic Club y su continuidad quedan en una situación comprometida.

Araujo tiene ofertas, Eric Garcia tiene ofertas, pero Iñigo Martínez, por lo contrario, no parece tener alternativas. El vasco quiere continuar en la capital catalana y, hasta la fecha, el club no parece tener una voluntad contraria, pero, ciertamente, Iñigo no tiene el panorama ideal ante de sus ojos.

Iñigo Martínez Barça PSG / Foto: EFE
Iñigo Martínez, durante el Barça-PSG de la última Champions League / Foto: EFE

El sueldo y la peligrosa cláusula de Iñigo Martínez

Si Cubarsí ya cobra menos que él, el hecho de que la ficha de Eric Garcia también sea menor a la suya es un problema. Iñigo Martínez acababa contrato con el Athletic Club ahora hace dos temporadas y el Barça lo incorporó como agente libre. El club blaugrana tenía claro que lo quería para reforzar su defensa, pero lo hizo firmándole un contrato ascendente de dos temporadas que, de cara a la segunda campaña, esta a la que llegamos, alcanzaba una cifra importante.

Ahora, Joan Laporta, en plena lucha para generar masa salarial, tiene en su posible salida una alternativa a tener en cuenta con tal de reducir los problemas de fair play financiero. Si el Barça opta por darle salida a Iñigo Martínez se ahorrará tener que renovarlo de cara a finales de la nueva temporada y, además, se deshará de una ficha no precisamente baja, siendo Iñigo suplente.

Iñigo Martínez entrenamiento Barça / Foto: FC Barcelona
Iñigo Martínez, durante un entrenamiento con el Barça / Foto: FC Barcelona

Además, el otro factor que no juega a favor de la continuidad del jugador en la capital catalana es que tiene una peligrosa cláusula de salida a partir del 15 de julio. El de Ondárroa tiene contrato hasta el 30 de junio de 2025, pero tal como ha adelantado Catalunya Ràdio, este se puede rescindir de manera unilateral si él lo decide a partir del 15 de julio si llega la fecha y el club todavía no lo ha inscrito en la Liga. A priori, y según asegura Mundo Deportivo, el jugador no tiene intención de hacerlo, pero si se ve en situación de que el Barça lo quiere traspasar puede optar para hacer efectiva esta cláusula y así, no solo obligar al Barça a pagarle la totalidad de la ficha que le queda por cobrar, sino que percibir una prima de traspaso en el nuevo equipo con que firme.