Una de las carpetas que Hansi Flick y Deco deberán tratar en las próximas semanas es el futuro de los jugadores que esta temporada han jugado como cedidos lejos del Lluís Companys. Son un total de 8 jugadores, Eric García, Ansu Fati, Pablo Torre, Álex Valle, Serginho Dest, Clément Lenglet, Julián Araújo y Chadi Riad, y la mayoría no entran en los planes del entrenador alemán. El plan de Deco es que Eric García, Alex Valle y Julián Araújo hagan la pretemporada con el primer equipo, mientras que para el resto habrá que buscar una salida.
Uno de los jugadores que en un primer momento estaba en la lista para seguir era Pablo Torre, que aterrizó al Barça, procedente del Racing de Santander, como una de las grandes perlas del fútbol europeo, aunque poco a poco su caché ha ido disminuyendo. Y es que, según varias informaciones, el joven talento no lleva una vida extradeportiva demasiado ordenada, lo que le está perjudicando gravemente en su rendimiento.
Pablo Torre decepciona en Girona
Sin sitio en las preferencias de Xavi Hernández, Pablo Torre se fue como cedido al Girona, un entorno ideal para él, con un entrenador valiente y un equipo en crecimiento. A la hora de la verdad, sin embargo, el cántabro solo ha disputado 798 minutos, entre la Liga y la Copa del Rey, una baja participación difícil de entender si solo se atiende a motivos deportivos. Míchel, de hecho, no contempla pedir la renovación de la cesión, a pesar de que la temporada que viene el Girona necesitará una plantilla más amplia, para afrontar con garantías la Champions League.
Pablo Torre, pues, volverá al Barça, aunque ya sabe que tiene muy difícil, por no decir imposible, quedarse en el equipo blaugrana. El problema es ver cuál puede ser su mejor destino, ya que el plan del Barça es que Pablo Torre se muestre para poder traspasarlo después.
El Betis y el Villarreal, interesados
Uno de los clubes interesados en Pablo Torre es el Betis, que ya el verano pasado contempló la posibilidad de incorporar al joven talento blaugrana. Otra opción que ha estado encima de la mesa es el Villarreal, con un estilo de juego ofensivo, aunque falta por ver si este verano el equipo groguet tiene al jugador en la agenda.
Lo que el Barça quiere evitar es que se repita la experiencia de Pablo Torre en el Girona. El futbolista debe jugar, acumular experiencia, hasta el punto de que no se descarta que el jugador se vaya cedido a la Segunda División. Se contemplarán todas las posibilidades, aunque la idea es no alargar la situación demasiado, a poder ser resolverla antes de que el equipo vuelva a los entrenamientos.