Hans-Dieter Flick ha dejado claro en varias ocasiones que no acaba de estar muy seducido con el posible fichaje de Nico Williams. Aunque no niega que sea un jugador con unas habilidades espectaculares, no cree que sea el perfil que necesita el Barça. Y ya lo demostró el verano anterior, cuando pidió a Joan Laporta y a Deco que se olvidaran de él, y centraran todos sus esfuerzos en lograr la incorporación de Luís Díaz desde el Liverpool.
Una opción que quedó descartada por su elevado coste, y que provocó que en el Camp Nou se marcaran el fichaje de la estrella del Athletic Club de Bilbao como objetivo primordial. Pero después de que rechazara la idea de cambiar de aires, optaron por no traer a nadie, y decidieron esperar a 2025, para asaltar, de nuevo, el fichaje del internacional español, que gusta por su proyección, su experiencia en La Liga EA Sports y su asumible precio.

La fantástica campaña que ha completado Raphinha Dias ha provocado que ya no sea una prioridad absoluta, pero siguen estando interesados en el futbolista nacido en el año 2002, que también es una petición de Lamine Yamal, Pedri González, Pablo ‘Paéz’ Gavi, Fermín López, Alejandro Balde y compañía. En cambio, ‘Hansi’ ha solicitado a otro futbolista que le resulta mucho más tentador, aunque también sería considerablemente más difícil.
Porque Flick no se olvida de Jamal Musiala, con el cual mantiene una relación muy cercana. Fue él quien le dio la oportunidad de debutar, y de consolidarse como titular, en el primer equipo del Bayern de Múnich, cuando solamente era un desconocido, y ni siquiera tenía 18 años. Y posteriormente, volvieron a trabajar juntos en la selección absoluta de Alemania. Desde ese momento, la progresión que ha experimentado ha sido impresionante.
Se puede afirmar sin ningún tipo de problema que el ex del Chelsea y del Southampton ya es uno de los mejores del planeta, y sería un refuerzo galáctico para el Barça, mucho más interesante que el de Williams JR.
Musiala, un fichaje prácticamente imposible para el Barça
No obstante, a diferencia de Williams JR, que tiene una cláusula de rescisión estipulada en 58 millones de euros, Musiala es un fichaje prácticamente imposible para el Barça. En especial, después de haber renovado recientemente su compromiso en el Allianz Arena, que expiraba en 2026.
A pesar de la insistencia de Flick, Laporta y Deco no pretenden hacer ninguna locura para fichar al crack nacido en el año 2003.