En los despachos del FC Barcelona se empieza a dibujar el futuro del equipo de cara a la próxima temporada. Y uno de los nombres que ha generado más debate interno no es un fichaje galáctico ni una estrella consolidada. Se trata de Eric García, un jugador que ha pasado de estar en la sombra a convertirse en protagonista y en un auténtico problema de gestión para la directiva.
Hansi Flick, nuevo técnico del conjunto azulgrana, tiene claro que quiere contar con él. Lo considera un perfil imprescindible en una plantilla de alto nivel: no es titular fijo, pero sí un futbolista que puede cubrir múltiples posiciones con solvencia. Central, lateral derecho e incluso pivote defensivo, Eric ha demostrado esta temporada que puede adaptarse a lo que el equipo necesita. Ha disputado más de 1.600 minutos, ha marcado tres goles y ha repartido dos asistencias, pero más allá de los números, su actitud ha sido siempre ejemplar.

Hansi Flick lo quiere en el equipo, pero Deco lo pone en el mercado
Sin embargo, Deco, director deportivo del club, no piensa lo mismo. La situación económica sigue siendo muy delicada y en la cúpula consideran que vender a Eric puede ser una buena oportunidad para ingresar dinero sin debilitar ostensiblemente al equipo. Su contrato expira en 2026, y tras una temporada sólida, su valor de mercado ha subido. Se estima que el club podría obtener entre 15 y 20 millones de euros por su traspaso.
Este choque de visiones ha provocado tensión interna. Flick ya ha comunicado de forma insistente que desea mantener al jugador, pero desde la dirección deportiva no hay señales de renovación ni de continuidad. Todo lo contrario: cualquier oferta razonable será escuchada. En enero ya intentaron venderlo. Apenas estaba teniendo minutos. Pero por suerte para Flick y para el crack, ninguna opción llegó a consolidarse, lo que le ha permitido ganar más protagonismo en la segunda vuelta.

Deco y Laporta escuchan ofertas
Eric García, formado en La Masia y fichado a coste cero desde el Manchester City, ha sabido ganarse la confianza del vestuario y del cuerpo técnico. Pero su continuidad no depende de su rendimiento, sino del equilibrio financiero que necesita alcanzar el club. Y ahí es donde el discurso de Flick choca frontalmente con los planes de Deco y Laporta.
Por ahora, no hay negociaciones abiertas para renovar su contrato, ni tampoco señales de que vaya a cambiar el guion. Si algún club europeo viene con una propuesta convincente, el Barça se sentará a negociar.