El nombre de Mohamed Salah ha irrumpido con fuerza en los despachos del FC Barcelona como una opción de mercado que podría cambiarlo todo. El egipcio, que termina contrato con el Liverpool en el próximo verano, se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera, siendo uno de los jugadores más determinantes en Europa. Sin embargo, su posible llegada al Camp Nou genera un debate interno entre la dirección deportiva, encabezada por Deco, y el cuerpo técnico liderado por Hansi Flick.
Desde el club, algunos consideran que fichar a Salah podría frenar la progresión de Lamine Yamal, la joya de la cantera azulgrana que ya brilla a sus 17 años. Lamine está llamado a ser una de las grandes figuras del futuro, y la idea de compartir protagonismo con un futbolista de la talla de Salah podría alterar su desarrollo. Sin embargo, Flick no lo ve así y ha sido contundente en su posición.
El técnico alemán ha transmitido su opinión a Deco y la directiva: si existe la posibilidad de fichar a un jugador como Salah, no se puede dejar pasar. Para Flick, futbolistas de ese nivel son imprescindibles en cualquier equipo que aspire a ganarlo todo, y asegura que es responsabilidad del entrenador encontrar la forma de hacer que todas las estrellas encajen en un sistema competitivo. Además, Flick confía en que la convivencia con un jugador del calibre del egipcio podría ser un aprendizaje invaluable para Lamine Yamal, quien tendría la oportunidad de crecer y perfeccionar su juego junto a uno de los mejores del mundo.
En términos económicos, fichar a Salah sin pagar un traspaso sería un movimiento estratégico para un Barcelona que aún trabaja por sanear sus finanzas. Su salario, aunque elevado, sería manejable dentro del nuevo modelo de control salarial que está implementando el club. Además, la llegada de un jugador tan mediático como el delantero del Liverpool representaría un enorme impacto comercial, algo que también se valora en la cúpula azulgrana.
Por ahora, el Barça mantiene su postura de estudiar todas las posibilidades. Deco y el equipo directivo son conscientes de que la decisión no solo dependerá de lo deportivo, sino también de las implicaciones económicas y de cómo pueda afectar al desarrollo de Lamine Yamal y otras promesas como Fermín López. Pero lo que está claro es que Flick no tiene dudas: en su visión, contar con los mejores jugadores siempre será una ventaja, y Salah, con su experiencia y calidad, sería un fichaje de lujo para liderar al Barça en su nueva era.