El FC Barcelona sumó ayer su segunda derrota en la presente temporada de Liga, al caer en Anoeta ante una sólida Real Sociedad que dominó el partido de principio a fin. Para Hansi Flick, la actuación del equipo no fue aceptable, y uno de los jugadores que más cuestionado quedó tras el encuentro fue Frenkie de Jong. El neerlandés, quien arrancó como titular, comenzó a sentir molestias físicas en la primera mitad, lo que obligó al entrenador alemán a sustituirlo en el descanso. Esta situación ha generado gran frustración en Flick, que empieza a perder la paciencia con el centrocampista debido a su fragilidad física y falta de contundencia en el campo.
La realidad es que la relación entre Flick y De Jong ha venido tensándose en los últimos meses debido a la recurrente condición física del neerlandés. Tras su lesión de tobillo, sufrida hace unos meses, De Jong volvió recientemente a los terrenos de juego, pero Flick percibe que el jugador aún no recupera la confianza necesaria para rendir al máximo nivel. Durante el partido de ayer, el centrocampista mostró inseguridad en varias acciones, entrando a los duelos sin la fuerza y determinación que caracteriza a un mediocampista del Barça. Para el técnico, esta falta de agresividad y su tendencia a evitar los choques físicos son signos preocupantes de que el jugador aún tiene miedo a resentirse.
El problema va más allá de un mal partido. Para Flick, la situación con De Jong se está volviendo insostenible. El Barça necesita un centro del campo sólido y fiable, y aunque el talento de De Jong no se pone en duda, su falta de consistencia física está afectando sus opciones de consolidarse como un pilar en el once. Desde que Flick tomó las riendas del equipo, su apuesta ha sido por un Barça de alta intensidad y con un juego físico y dinámico, y aunque De Jong es técnicamente excepcional, su fragilidad en los últimos meses está generando dudas sobre su capacidad para adaptarse a este estilo.
Queda por ver el alcance de la última molestia de De Jong, pero el descontento de Flick es evidente. En sus palabras tras el partido, el técnico dejó entrever su insatisfacción con el rendimiento del equipo y, sin mencionarlo directamente, con algunos de sus jugadores clave. El neerlandés tendrá que mejorar en el aspecto físico si quiere retomar un papel protagonista, ya que Flick parece estar cada vez más dispuesto a dar oportunidades a jugadores que puedan cumplir con las exigencias físicas y tácticas que demanda su planteamiento.
El futuro de De Jong en el Barça, bajo las órdenes de Flick, se antoja incierto. A medida que avanza la temporada, el técnico alemán se muestra menos tolerante con las limitaciones físicas del neerlandés y espera que demuestre más fortaleza para ser un titular indiscutible. Las próximas semanas serán cruciales para De Jong, ya que deberá convencer a Flick de que aún puede ser una pieza esencial en el equipo o, de lo contrario, podría ver cada vez menos minutos en el terreno de juego.