Barça y Atlético de Madrid nos regalaron uno de los partidos más emocionantes de esta temporada, y también de los últimos años. Cuesta recordar un choque tan igualado, con tantas alternativas en el marcador, y que acabara con un empate a cuatro goles, todo un festival. Pero como es evidente, los entrenadores de ambos clubes no acabaron satisfechos con la actuación de sus futbolistas, en especial, de sus defensas, debido a las facilidades que pusieron.
Hans-Dieter Flick quedó contento con la reacción y la personalidad de su equipo para remontar la diferencia de dos goles, y de manera tan rápida, pero mostró su enfado por permitir que los de Diego Pablo Simeone acabaran consiguiendo un empate, y de nuevo con un gol en los últimos minutos, como sucedió en el anterior duelo con los rojiblancos, en La Liga EA Sports. Y uno de los principales señalados fue Alejandro Balde.
Tal y como sucedió en el último choque contra el equipo ‘colchonero’, el internacional español quedó retratado por la fragilidad defensiva y los metros que dejó a su espalda. Nadie discute que tiene unas condiciones físicas impresionantes, que le permiten ser una amenaza constante cada vez que se incorpora al ataque, pero se le exige mucho más a la hora de defender, que es la gran prioridad. Y por su banda, casi siempre llegan todas las acciones de peligro de los rivales.
Y quien tampoco estuvo acertado ni tuvo su mejor noche fue Jules Koundé. A pesar de que está completando una campaña fantástica y se ha convertido en una de las grandes estrellas del Camp Nou y en uno de los mejores futbolistas del planeta en su demarcación, no tuvo una noche fácil contra el Atleti. De una pérdida de balón inexplicable llegó uno de los goles encajados, y Antoine Griezmann y Julián Álvarez le hicieron sufrir mucho.
Tan solo el hecho de no tener recambios de garantías para Balde ni para el ‘23’ provocó que ambos acabaran disputando los 90 minutos, ya que, de lo contrario, Flick hubiera decidido sustituirlos mucho antes.
Pedri González no se mordió la lengua
Pedri González, uno de los protagonistas de la noche por su fantástica exhibición, no se mordió la lengua a la hora de ser preguntado, y pidió “ser más inteligentes con y sin balón, y no precipitarnos tanto en algunas acciones”.
Sin dar nombres propios, el canario atacó a la retaguardia, afirmando que “tal vez hay que defender un poco más atrás”.