El partido ante el Girona sirvió para confirmar lo que ya se intuía en el Barcelona: la pareja de centrales titular para los encuentros importantes es Pau Cubarsí e Iñigo Martínez. Hansi Flick concedió minutos a Ronald Araujo para dar descanso al joven canterano, pero la actuación del uruguayo no convenció, reforzando la idea del técnico alemán.
Araujo, de titular indiscutible a suplente de lujo
El defensa charrúa, otrora considerado uno de los pilares defensivos del Barça, cometió errores decisivos en el encuentro. Su fallo en la salida de balón que precedió al gol del Girona y su constante ruptura de la línea defensiva dejaron en evidencia sus carencias en el juego con los pies, un aspecto fundamental en el sistema de Flick. Mientras, Cubarsí e Iñigo Martínez han demostrado una comprensión táctica superior, combinando la solidez defensiva con una salida de balón limpia y eficaz.

¿Por qué Flick prefiere a Cubarsí e Iñigo?
Cubarsí aporta juventud, velocidad y calidad en el pase, mientras que Iñigo suma experiencia, posicionamiento y liderazgo. Ambos se ajustan mejor a la defensa alta y la construcción desde atrás que exige Flick. Juntos han formado una zaga estable en los partidos clave de la temporada.
El caso Araujo: ¿problema de confianza o de adaptación?
El uruguayo ha visto cómo su papel en el equipo ha ido mermando progresivamente. De ser el líder de la defensa, ha pasado a ser una opción alternativa para rotaciones o partidos con necesidades específicas. Su estilo más físico y menos técnico choca con la filosofía que quiere implementar el técnico alemán, lo que ha relegado su importancia en el esquema.

Las implicaciones para el futuro
Esta situación plantea varios escenarios. O Araujo acepta su rol como suplente de élite y se adapta a las exigencias tácticas, o el club recibe ofertas importantes en verano y valora su salida, dada la buena cotización del jugador en el mercado.
El mensaje está claro
Flick ha dejado sentada su postura: para los partidos grandes, Cubarsí e Iñigo son sus centrales. Araujo tendrá que demostrar en los entrenamientos y en los minutos que reciba que merece recuperar la confianza del técnico. Mientras tanto, el Barça cuenta con una defensa sólida y bien estructurada, aunque con un jugador de 60 millones en el banquillo.
Conclusión: El partido ante el Girona fue otra prueba de que la jerarquía defensiva del Barça ha cambiado. Araujo tiene talento y carácter, pero en el fútbol moderno, la técnica y el juego posicional mandan. Flick lo sabe, y ha tomado su decisión.