El FC Barcelona se llevó tres puntos de oro en su visita al estadio de Butarque, donde se impuso al Leganés por un ajustado 0-1. Un triunfo sufrido, trabajado, pero que le permite al equipo de Hansi Flick seguir peleando por el título de LaLiga. Sin embargo, más allá del resultado, el partido dejó un mensaje muy claro por parte del técnico alemán: Ronald Araujo ya no es intocable.
El central uruguayo volvió a ser titular, pero su actuación dejó mucho que desear. Inseguro con balón, lento en los cruces y superado en varias acciones clave, Araujo volvió a quedar señalado por Flick, que no dudó en tomar una decisión contundente al descanso: lo sustituyó por Frenkie de Jong. El cambio no solo sorprendió a los aficionados, también envió un mensaje rotundo desde el banquillo.
Cambio decisivo en el descanso
Durante la primera mitad, el Barça ofreció una versión gris, sin chispa y sin control. El equipo se vio incómodo ante la presión del Leganés, y las pérdidas en la salida de balón fueron una constante. Araujo protagonizó varias de ellas, comprometiendo al equipo con errores en zonas peligrosas. Además, no transmitió la seguridad habitual en el juego aéreo ni en los duelos individuales.

Flick, que ya ha demostrado que no le tiembla el pulso con ningún jugador, decidió actuar en el descanso. Entró De Jong, se reorganizó la defensa, y el equipo ganó fluidez, orden y, sobre todo, autoridad en el centro del campo. El Barça mejoró notablemente en la segunda mitad, generó más ocasiones y terminó encontrando el gol que selló la victoria.
Araujo, cada vez más cuestionado
No es la primera vez esta temporada que Ronald Araujo queda señalado. Aunque su compromiso y carácter siguen siendo incuestionables, su rendimiento ha bajado respecto a años anteriores. Errores puntuales en partidos importantes, dificultades con la pelota y una pérdida de confianza visible han provocado que Flick apueste por otras alternativas en el eje de la zaga.
El técnico alemán ve en Iñigo Martínez y Pau Cubarsí una pareja más fiable para su estilo de juego. Ambos destacan por su buena salida de balón y capacidad para leer el juego, dos características que Flick valora especialmente. Mientras tanto, Araujo empieza a vivir una situación delicada, relegado a un rol más secundario, con más sombras que luces.

Su futuro, en el aire
A esta situación deportiva se le suma el creciente interés de grandes clubes europeos, especialmente de la Premier League y la Bundesliga, por el defensa charrúa. El Barça, que necesita ingresos y aligerar masa salarial, podría escuchar ofertas si estas superan los 60 millones de euros. Araujo, por su parte, sigue priorizando su continuidad en el Camp Nou, pero no descarta un cambio de aires si su situación no mejora en las próximas semanas.
Con el tramo decisivo de la temporada por delante y partidos clave en Liga y Champions, Flick ha dejado claro quiénes son sus hombres de confianza. A día de hoy, Ronald Araujo no está entre ellos. Lo ocurrido en Leganés no fue un simple cambio táctico: fue una sentencia deportiva que puede marcar un antes y un después en la etapa del uruguayo como azulgrana.