El FC Barcelona sigue afinando su estilo bajo las órdenes de Hansi Flick, quien, en el partido contra el Real Mallorca, dejó claro cuál es su idea de equipo titular. A pesar de que Robert Lewandowski descansó, el once inicial presentado por el técnico alemán es considerado por muchos como su alineación de gala. Sin embargo, esta elección está dejando a jugadores importantes sin un lugar claro, y uno de los casos más delicados es el de Gavi.
El canterano, que se ha convertido en una pieza clave del club en las últimas temporadas, está viendo cómo pierde protagonismo en el esquema de Flick. Actualmente, el centro del campo del Barça tiene tres nombres innegociables: Marc Casadó, quien ha sorprendido a todos por su madurez y capacidad defensiva; Pedri, una de las grandes joyas del fútbol mundial; y Dani Olmo, fichaje estrella que está brillando tanto por su creatividad como por su trabajo táctico.
Con estos tres jugadores consolidados en el once, Gavi se encuentra relegado a un papel secundario, algo que no termina de encajar con su ambición y carácter competitivo. El andaluz, conocido por su intensidad y determinación, no está acostumbrado a esperar oportunidades desde el banquillo. Esta situación está empezando a generar tensiones en el vestuario, ya que Gavi siente que tiene el nivel necesario para ser titular en cualquier equipo del mundo, incluido el Barça.
Por su parte, Flick es consciente de la calidad de Gavi, pero también tiene claro que no puede romper el equilibrio de un centro del campo que está funcionando a la perfección. Marc Casadó aporta el equilibrio defensivo que el entrenador considera indispensable; Pedri es el motor creativo; y Dani Olmo ofrece esa chispa ofensiva que desbloquea partidos. Para Flick, la estructura actual es intocable, al menos mientras los resultados sigan acompañando.
El desafío para el Barça es gestionar esta situación a largo plazo. Gavi es un jugador joven, pero también una de las mayores promesas del club, y mantenerlo insatisfecho podría tener consecuencias negativas. Una opción sería alternarlo más frecuentemente con los titulares o probarlo en otras posiciones, pero eso también implicaría arriesgarse a desajustar un equipo que parece haber encontrado su ritmo.
Mientras tanto, la presión empieza a aumentar. Tanto Joan Laporta como Deco deberán tomar cartas en el asunto para evitar que esta situación escale y genere un conflicto mayor. Gavi, por su parte, deberá demostrar paciencia y continuar trabajando para convencer a Flick de que merece un lugar en el once inicial. Sin duda, este es un problema que el Barça deberá resolver cuanto antes para mantener la armonía dentro de su vestuario.