Hans-Dieter Flick tiene un problema de dimensiones mayúsculas dentro del vestuario del Barça, donde hay un jugador que no entra en sus planes, y que está totalmente apartado de las rotaciones. Porque hay que remontarse más de tres meses atrás en el tiempo para encontrar la última vez que Anssumane Fati estuvo sobre el terreno de juego, ya que desde ese momento no ha vuelto a jugar… y parece complicado que su situación pueda mejorar con el tiempo.
Es cierto que es imposible que pueda ser titular con la competencia que ejercen cracks como Raphinha Dias, Lamine Yamal, Robert Lewandowski, Fermín López o Ferran Torres, que provocan que tenga muy difícil poder contar con oportunidades, en especial, ahora que ya estamos en el tramo decisivo del curso. Pero es que ni siquiera ha tenido minutos como revulsivo, y ha sido la última opción en las rotaciones, por detrás de Pau Víctor.
Desde el Camp Nou han dejado muy claro que el ‘10’ no tiene espacio en la plantilla, y le han abierto las puertas de salida completamente. Durante el verano ya trataron de desprenderse del internacional español, que recibió algunas ofertas, procedentes de Portugal y de Turquía, pero que se dedicó a rechazar. Porque nunca ha ocultado que su sueño es triunfar como azulgrana, y estaba convencido de que podría ganarse la confianza de ‘Hansi’.
Sin embargo, los constantes problemas físicos que le han acompañado han provocado que esto no sea posible, y tampoco ha ayudado su rendimiento en el terreno de juego, que no ha logrado cumplir con las expectativas. Joan Laporta y Deco ya tenían claro en verano que lo mejor para Ansu, y para el Barça, era separar sus caminos, pero Flick todavía tenía fe en su resurrección. Y con el tiempo se ha comprobado que es un caso perdido.
Fati está lejos de ser ese futbolista que impresionó al mundo cuando irrumpió en la élite, y cuesta creer que algún día pueda recuperar su mejor versión, y explotar todo el potencial que atesora.
Ansu, un problema para el Barça por su elevado sueldo
Además del apartado deportivo, Ansu también es un problema en el Barça debido al elevado salario que percibe, que es de 14 millones de euros al año, una ficha que le sitúa entre los mejores pagados del vestuario.
Por lo tanto, Laporta y Deco tienen la obligación de encontrar una solución y resolver el futuro de Fati.