Con el fichaje de Kylian Mbappé más caliente que nunca, es lógico pensar que Florentino Pérez está centrando únicamente su atención en el francés. Después de varios años detrás del jugador del Paris Saint-Germain, parece que por fin este está decidido a fichar por el Real Madrid, lo que obliga al conjunto blanco a ser cauteloso y tratar con delicadez la situación para evitar cometer los mismos errores que el pasado.
Aunque el esfuerzo por cerrar cuanto antes la operación es total, en la dirección deportiva madridista también buscan cómo reforzarse en otras zonas del campo o en los otros roles que tiene que tener cualquier plantilla. Buen ejemplo de ello es el fichaje de Endrick, que llegará al Santiago Bernabéu el próximo verano, con 18 años recién cumplidos. Pero la perla brasileña no es el único fichaje de futuro.
Iker Bravo, el siguiente delantero de futuro
De hecho, Florentino no necesita irse muy lejos para encontrar una nueva promesa para el primer equipo, sino que la tiene en el Juvenil A. Se trata de Iker Bravo, delantero cedido por el Bayer Leverkusen en el filial blanco. El jugador catalán ya estuvo cedido la pasada temporada en el Real Madrid Castilla, donde fue decisivo para marcar el gol que empataba la eliminatoria contra el Barça Atlètic por llegar a la final de los play-offs de ascenso de Primera RFEF.
La intención desde un principio fue firmar una cesión de dos años, pero la normativa impedía que un jugador menor de 18 años estuviese cedido por más de un año. Por este motivo, el club alemán volvió a ceder al jugador al Madrid este verano. Esta temporada, con el Juvenil, el de Sant Cugat está sobresaliendo. En los 13 partidos que ha disputado, ha anotado 10 goles y dado 2 asistencias. Unos números que obligan al club a plantearse hacer efectiva la opción de compra de 10 millones de euros que tienen sobre el jugador a final de temporada.
Una trayectoria accidentada
No obstante, aunque las cosas le están saliendo bien al atacante, no se puede considerar que su paso por el Madrid haya sido un camino de rosas. Su paso al juvenil ya fue una decisión consensuada con el entrenador del Castilla, Raúl González, ante los problemas que venía arrastrando. A las órdenes de Álvaro Arbeloa, sus inicios tampoco fueron fáciles. Dos expulsiones absurdas por parte del jugador convirtieron la opción de finalizar su cesión antes de enero en una posibilidad muy real. Finalmente, en el club apostaron por su continuidad y no se equivocaron.
Ahora mismo, las posibilidades de Iker Bravo de contar para Carlo Ancelotti la próxima temporada son remotas. El técnico italiano no se caracteriza por darle oportunidades a los jóvenes, y con la llegada de nuevos fichajes no se espera que cambie de opinión. En cualquier caso, el Madrid buscará retener al atacante español para asegurarse un activo de futuro.