El banquillo del Real Madrid es uno de los más complicados de todo el mundo del fútbol. En un club donde ganar forma parte de su ADN, los entrenadores están siempre en el punto de mira, y a la mínima que no se dan los resultados esperados, todos miran hacia el banquillo. Cuesta que el entrenador del Real Madrid ocupe el cargo durante muchos años, y así se vio reflejado en uno de los casos más extremos de los últimos tiempos, el de Julen Lopetegui, que solo dirigió al Real Madrid en 14 partidos oficiales al inicio de la temporada 2018/19.
Lopetegui tuvo un paso fugaz por el banquillo del Real Madrid
El balance fue muy pobre: seis victorias, dos empates y otras seis derrotas fueron suficientes para que Florentino Pérez lo relevara de su cargo apenas cuatro meses después de haberle fichado. Su llegada a la Casa Blanca ya fue polémica, pues se hizo oficial cuando Lopetegui era el seleccionador español y se preparaba para el Mundial de Rusia. Pero Luis Rubiales lo destituyó, alegando una mala praxis del técnico, y tampoco fue a Rusia.
Su aventura en el Real Madrid no salió bien, y solo fue el entrenador blanco desde principios de julio a finales de octubre. Tuvo que esperar toda una temporada para encontrar un nuevo equipo, y en verano de 2019 asumió la tarea de entrenar al Sevilla, donde todavía sigue, pero puede que por poco tiempo. Pese a estar inaugurando su cuarta temporada en el equipo sevillista, está en la cuerda floja.
Puede estar ante sus últimos días en el Sevilla
Lo cierto es que la afición del Ramón Sánchez Pizjuán la ha tomado, sobre todo, con la planificación deportiva de Monchi este verano y con la gestión del presidente Pepe Castro. Aunque Lopetegui, si no gana al Espanyol el próximo fin de semana, será despedido, a los sevillistas les da igual. Ni tras 165 partidos dirigidos se ha ganado su respeto, y es un mero juguete en las manos de los propietarios hispalenses, que saben que pueden contentar a cierta parte del sevillismo prescindiendo de su entrenador.
Lopetegui, por su parte, solo puede esperar que la pelota entre en el RCDE Stadium porque no le va a valer el relato de que tiene una plantilla muy desmejorada, con varios jugadores lesionados y algunos fichajes llegando tarde y fuera de forma. Y no porque le falta razón, que la tiene, sino porque en Sevilla se buscan culpables, y lo más fácil es echar al entrenador.