Como en cada final de temporada, se acercan las despedidas de varios futbolistas de sus clubes, y en el Real Madrid no es una excepción. A veces los jugadores no pueden despedirse en el terreno de juego, porque la mayoría de ellos no saben que se van a ir en el momento que juegan su último partido, o que viven desde el banquillo sus últimos minutos en el que todavía es su equipo.
El adiós del capitán
Así sucedió la temporada pasada con Sergio Ramos o Raphaël Varane, por citar a algunos, que cuando acabaron la temporada no sabían que en la siguiente vestirían los colores del PSG y del Manchester United, respectivamente. Pero para esta campaña, hay varios jugadores que afrontan el partido de este viernes contra el Betis, como su despedida del Santiago Bernabéu.
Todavía con la final de la Champions del día 28 en el horizonte, la última jornada liguera va a servir como despedida de varios futbolistas blancos. Más allá de los casos de Gareth Bale o de Isco, que llevan varios años en el Madrid y también van a irse, el adiós más emotivo será el de Marcelo.
El brasileño lleva 15 años en Madrid, y es el primer capitán de la plantilla. Aunque en las últimas temporadas su importancia deportiva en el equipo ha ido bajando, siendo el suplente de Ferland Mendy, nunca ha pronunciado una palabra más alta que otra y su comportamiento ha sido ejemplar, como se desea de cualquier capitán.
Marcelo ha crecido en todos los aspectos en el Madrid
No obstante, Florentino ha decidido no plantearle ninguna oferta de renovación, y Marcelo no seguirá. No porque no quiera. Porque él, en la celebración del título de liga, aseguró que él estaría encantado de seguir en el Madrid, club al que ama con todo su corazón. Llegó a la Casa Blanca siendo un adolescente y se marchará siendo un hombre y un padre de familia.
Todo cambio es difícil, pero un adiós forzado como este quizá lo sea más. Marcelo ya vivió un día complicado y emotivo, cuando en una de sus titularidades esta temporada en el Santiago Bernabéu se marchó ovacionado por su público y, una vez acabó el partido, se derrumbó en el vestuario.
No se sabe si Marcelo podrá jugar algunos minutos, porque se ha perdido los últimos tres encuentros por lesión, aunque si llega bien físicamente, se podrá despedir como sueña cualquier futbolista, jugando y recibiendo el cariño de la afición que tanto le ha idolatrado en los últimos años.