El Real Madrid está muy atento a la situación de Takefusa Kubo. El jugador de la Real Sociedad está siendo uno de los mejores atacantes de LaLiga EA Sports, con seis goles generados en los ocho partidos de la competición doméstica que ha disputado. El japonés está mostrando su mejor nivel en su segunda temporada en el conjunto de San Sebastián, después de ser traspasado en 2022 por el Madrid a cambio de 6,5 millones de euros.
Florentino Pérez no quiso desprenderse totalmente del jugador y en la operación incluyó la posibilidad de fichar al jugador por la mitad de su cláusula de rescisión, que está cifrada en 60 millones de euros. Con los números que está haciendo Kubo, su valor, según Transfermarkt, ya está en 50 millones de euros, más de los 30 millones que le costaría al club madridista hacerse con sus servicios.
Kubo, al Madrid con una condición
El nipón, sin embargo, no estaría mucho por la labor de firmar por el conjunto blanco, según Mundo Deportivo. El txuri-urdin solo contemplaría su llegada al Santiago Bernabéu en calidad de estrella, un deseo que, con la posible llegada de Kylian Mbappé o de la perla brasileña Endrick, será muy difícil de cumplir la próxima temporada.
Kubo quiere asegurarse la calidad de indiscutible en el Madrid. Tiene la experiencia previa de otro jugador en unas condiciones similares que él, Martin Ødegaard. El noruego pudo crecer a las órdenes de Imanol Alguacil, técnico de la Real Sociedad, para después dar el paso al equipo blanco, donde no contó con minutos. Al final tuvo que tomar la decisión de volver al Arsenal, donde ya había estado cedido anteriormente, para poder tener el protagonismo que creía que merecía y convertirse en la estrella que es actualmente.
La Premier, una opción viable
En vistas del éxito que ha supuesto Ødegaard para el equipo londinense, en la Premier League están pendientes de la situación de Kubo. Pero la prioridad del extremo sigue siendo la Real Sociedad o, al menos, la liga española. Los 'realzales' querían hacerse con los derechos que tiene el Madrid sobre el jugador, que le permiten llevarse 27 de los 60 millones que la Real cobraría si el jugador fuese vendido por el valor de su cláusula, pero esa opción parece difícil teniendo en cuenta que los blancos están interesados en contratar al jugador aunque sea para sacar un mayor beneficio de su venta.
La única opción que le queda a la Real es mejorar la ficha del japonés, que no es de los mejores pagados de la plantilla, y esperar que su compromiso sea suficiente para que no oiga las ofertas que le puedan llegar de los principales clubes de Europa. Los realistas, al menos, saben que podrán disfrutar de su jugador durante la presente temporada.