El Real Madrid es conocido como uno de los equipos con mejor ojo a la hora de fichar jugadores y saber cuáles tendrán una buena progresión y cuáles no. Ejemplo de eso es el mismo Vinicius, quien parecía no tener el nivel suficiente para jugar en Europa, pero que la confianza del club lo ha llevado a ser uno de los mejores del mundo. A veces, sin embargo, Florentino también se equivoca. En este caso, lo vio muy pronto, y le pidió por favor que abandonara el club. Dos temporadas después, se ha demostrado que tenía razón: ningún equipo lo quiere.
Luka Jović llegó a Madrid procedente del Eintracht de Frankfurt en 2019 después de ser una de las sensaciones de la Bundesliga. El serbio había anotado 17 goles, convirtiéndose en uno de los máximos goleadores de la liga a pesar de tener solo 21 años. Su estancia en Valdebebas, sin embargo, fue muy poco prolífica. Las lesiones y el bajo rendimiento en el campo llevaron a Zidane a no contar con él. Desde entonces, no ha encontrado su mejor nivel en ningún club.
De equipo en equipo, sin triunfar
El delantero volvió cedido al Eintracht una temporada, donde solo vio porteria en 4 ocasiones. Los alemanes no se lo quisieron quedar, y el viaje de Jović se movió hacia Italia. Florentino le pidió que se marchara y consiguió venderlo a la Serie A, donde el joven talento quería recuperar las sensaciones y volver a demostrar el rendimiento que tuvo en Alemania.
Una sola temporada en la Fiorentina fue suficiente para los lilas, que decidieron no quedárselo. A pesar de jugar en 35 partidos entre liga y copa, solo marcó 7 goles en toda la temporada, unos números no muy buenos para un delantero centro. La falta de confianza del jugador se trasladó al entrenador, que le buscó una salida, aunque estuviera en un club rival de la misma liga.
Tampoco encaja en Milán
Así aterrizó en Milán para formar parte de la plantilla del AC Milan. El jugador ha pasado su primera temporada en el club rossonero sin pena ni gloria. 9 goles en 30 partidos tampoco han sido los números esperados por la directiva y el entrenador. Y la actitud del jugador no ayuda a verlo triunfar en un futuro próximo. El delantero ya tiene 26 años y todos los flashes de calidad de aquel Jović del Frankfurt no están en ninguna parte.
El Milan ha renovado al serbio este verano, pero ya le busca una salida. Paulo Fonseca quiere cambiar el rumbo del equipo en esta nueva temporada y eso comporta otro perfil atacante. Su futuro en Europa no es muy claro, y los únicos pretendientes que ha podido encontrar hasta el momento el club italiano provienen de Arabia Saudí y del Zenit de San Petersburgo ruso. Todavía no hay ningún fichaje pactado y el club no tiene decidido el recambio, pero la figura de Jović está cada día más lejos del fútbol de élite europeo.