Hace unos años, el Real Madrid se propuso hacerse con la nueva joven promesa mundial de brasileña. Florentino Pérez desembolsó 45 millones de euros por Vinícius Júnior, 45 más por Rodrygo Goes y 30 millones por Reinier Jesús. En el caso de Vinícius, la intención del club ha cuajado hasta el punto que es uno de los jugadores más intimidantes de la Liga. Rodrygo es siempre la alternativa a los titulares y Reinier es el que ha tenido peor suerte de los tres.
Cuando cruzó el Atlántico para aterrizar en el Santiago Bernabéu en el año 2020, el brasileño de 19 años firmó una cesión por dos años con el Borussia Dortmund. Tanto el club español como el alemán tienen muy buena relación y son numerosos los jugadores los que han vestido las camisetas de ambos clubs. El predecesor de Reinier fue Achraf Hakimi y la carrera del marroquí despegó cuando llegó a la Bundesliga.
La pesadilla de Reinier en el Borussia Dortmund
Y es que la liga alemana otorga un muy buen cartel a los jugadores jóvenes. Pero el caso de Reinier Jesús no ha seguido la dinámica de la mayoría. El brasileño no contó con mucho protagonismo durante la temporada pasada y las cosas no han cambiado en el último año de su cesión.
Reinier solo tiene una opción y esta es ganarse la confianza de Marco Rose. Han sido tres los entrenadores que han podido alinear al jugador cedido por el Real Madrid y ninguno lo ha hecho. Y por si no fuera suficiente, el Dortmund se niega a romper la cesión, ya que la plantilla del conjunto borusser no es tan amplia como para poder permitirse una baja en pleno noviembre.
La competencia de Reinier
El brasileño es falso nuevo y con el Dortmund juega de delantero centro. Ahora con Haaland lesionado, podría contar con más minutos, pero Donyell Malen está claramente por delante de cualquier otra alternativa. Además, Marco Rose también tiene otras opciones como son Youssoufa Moukoko o Stefan Tigges.
Y si miramos el vestuario del Real Madrid, Reinier tampoco tiene cabida en el once. Benzema es intocable y Luka Jovic y Mariano se reparten los pocos minutos en que el francés no está ocupando la posición de 9. Escorado a la banda no se siente cómodo y Carlo Ancelotti ni contempla situarlo en medio del campo por qué considera que puede obtener mejor rendimiento de otros activos de su plantilla. Por esta razón, el entrenador italiano no quiere contar con un jugador que le causaría más molestia que utilidad por el papel más que secundario que jugaría.