Los primeros meses de Sergio Ramos como jugador del PSG están muy lejos de lo que se podía esperar. El central andaluz se fue del Real Madrid a regañadientes, tras alargarse en exceso las negociaciones para renovar, y llegó a París con el cartel de nuevo líder de la defensa parisina, la encargada de mantener el orden detrás para que la ristra de cracks en ataque decidieran los partidos, pero nada más lejos de la realidad.
Ramos, cinco partidos en ocho meses
De hecho, su etapa como futbolista del club francés está mucho más cerca de ser un calvario que un sueño. Ya fichó lesionado, y no pudo debutar hasta el 28 de noviembre. Tras ese primer partido, volvió a caer lesionado y se perdió las siguientes dos semanas. Ha vuelto a jugar en cuatro partidos, y ha anotado su primer gol, pero sus problemas físicos han ido en aumento y han saltado todas las alarmas.
El médico Jean-Marcel Ferret, quién fuera médico de la selección francesa, ha calificado la lesión que padece el de Camas como "el síndrome del sóleo viejo", sobre lo que explicó lo siguiente. " Sin entrar en los detalles anatómicos, hay que considerar que el envejecimiento del músculo y los golpes recibidos por Ramos durante su carrera tras 19 temporadas al más alto nivel han debilitado sus gemelos", explicó.
Y las consecuencias pueden ser gravísimas, y podrían llevar a una retirada prematura. Cierto es que ya tiene 35 años, pero Ramos tiene cuerda para rato, o eso pensábamos. El medio francés Le Parisien se preguntaba si estábamos viviendo el principio del fin de la carrera del exjugador de Real Madrid y Sevilla. Ahora mismo, todo apunta a que se perderá el duelo de Champions entre su actual club y el Madrid, y si los problemas en el sóleo no cesan, se podría plantear la retirada.
La posibilidad de volver al Madrid
Su plan inicial era estar un par de años en Francia antes de irse a la MLS, concretamente al Inter Miami que dirige su amigo David Beckham, para tener un retiro dorado, y sigue siendo su idea, a no ser que se lo impida su cuerpo. Si eso sucede, las puertas del Real Madrid las tiene abiertas.
Pese a no salir del club de la mejor de las formas, dolido con Florentino y con la sensación de que no hicieron lo posible para que se quedara, el presidente blanco ha demostrado saber darle la vuelta a situaciones parecidas, como ya pasó con Raul González, actual entrenador del filial, e Iker Casillas, embajador del club.
Con Ramos podría pasar algo parecido. Podría volver al club como ejecutivo, o en funciones de representación pública del club, como embajador de la entidad. La última decisión será suya, pero en el Madrid se quiere limpiar un poco la mala sensación que dejó su marcha. Ramos no quiere pensar en una retirada todavía, pero si se ve obligado a hacerlo, deberá pensar en su futuro.