El Real Madrid no pudo pasar del empate contra el Girona (1-1) en un partido que, aunque los catalanes hicieron una gran actuación, sometiendo durante muchas fases al Campeón de Europa y mereciendo el premio del empate en el cómputo general del encuentro, solo se ha hablado de las decisiones arbitrales. Sobre todo, de dos de ellas. Porque, aunque Vinícius adelantó a los merengues en el marcador, los gerundenses empataron con un penalti muy protestado que transformó el especialista Christian Stuani.
Decisiones polémicas en el Real Madrid-Girona, con quejas públicas de Ancelotti
La señalización de la pena máxima llegó a instancias de los responsables del VAR, que advirtieron a Melero López que el balón había impactado en el brazo izquierdo de Marco Asensio y que, por mucho que previamente le diera en el pecho, la posición era antinatural y debía ser castigada. Además, pocos minutos después, y también después de revisarlo en el VAR, se anuló un gol de Rodrygo porque el brasileño había rematado a gol un balón que estaba bajo la mano del portero Gazzaniga.
Esas dos decisiones, sumadas a la posterior expulsión de Kroos, que no fue discutida, provocaron la ira del madridismo, desde las gradas al banquillo y los jugadores, ya que el propio Carlo Ancelotti criticó la actuación arbitral en la rueda de prensa posterior. El club merengue ha intentado cargarse de motivos para intentar justificar que fueron decisiones erróneas y han centrado sus quejas en el encargado del VAR durante el partido, que no es otro que Iglesias Villanueva.
Iglesias Villanueva también estuvo en el VAR del Valencia-Barça del día anterior
Por si fuera poco, en el Santiago Bernabéu han tirado de hemeroteca y no han tenido que ir mucho más atrás para encontrar motivos de queja ya que, el día antes, en el Valencia-Barça que se jugó en Mestalla, también era Iglesias Villanueva el encargado del VAR que no consideró expulsión una entrada de Marcos Alonso a Marcos André cuando el brasileño se iba solo a encarar a Ter Stegen.
Lo que es evidente es que el Real Madrid sabe que no va a cambiar el signo del partido contra el Girona, que será de empate, hagan lo que hagan, pero ya han puesto en funcionamiento la maquinaria para condicionar a los árbitros en las próximas jornadas. La liga, ahora está al rojo vivo, con el Real Madrid teniendo solo a un punto menos el Barça, y cada penalti, o cada expulsión puede ser decisivo a final de temporada. Y así se está demostrando.