De los fogones del restaurante a los impresionantes y desafiantes paisajes de Arabia Saudí. De las estrellas Michelin a los más de 7.000 kilómetros del Dakar 2025. Nandu Jubany (Monistrol de Calders, 1971) se adentra en la aventura apasionante del rally Dakar por segunda vez en su vida. Después de una primera experiencia en motos en el 2018, se traslada ahora a las cuatro ruedas para volver. ¿Disfrutar? Sí, y mucho. Pero es una competición y el cocinero estrellado buscará dejar su huella en la edición de este año. Entrevistamos al cocinero, vestido de piloto durante dos semanas, antes de que coja el avión y viaje hacia el país asiático.


La gran mayoría de pilotos van al Dakar con el objetivo de ganar. ¿En tu caso es diferente o no?

Yo también, pero este primer año en coches no. No puedo ir a ganar porque me dedico a hacer otra cosa, pero tengo claro que seré el mejor de todos los cocineros. Soy muy competitivo y me gusta hacer un buen papel allí donde puedo estar y, de los no profesionales, me gustaría estar entre los primeros. Con eso tendría suficiente, pero sí que soy de los que siempre quiere ganar y estar en frente. Me gusta hacer las cosas bien hechas y estar contento conmigo mismo y no decepcionar a los que me aman.

¿Conoces a otros cocineros o has hablado con gente que no es experto en el motor que también participe?

No conozco que haya cocineros que se dediquen a la alta cocina y participen en el Dakar, o al menos no me lo he encontrado. Hay mucha gente aficionada al Dakar, excepto los pilotos profesionales, que podríamos decir que son los 20 primeros. Los otros son gente como yo, gente que tienen negocios, gente que tienen proyectos y que su sueño es ir al Dakar como buenos aficionados al motor. Es cumplir con tu pasión.

Entrevista en Nandu Jubany antes del Dakar 2025 / Foto: Miquel Muñoz
El cocinero estrellado Nandu Jubany participará en su segundo Dakar / Foto: Miquel Muñoz

Debutas en coches. ¿Cómo te has preparado para esta ocasión?

Lo que me gusta más son las motos, pero claro, cumpliré 54 años y tenía que buscar una cosa que se me diera la misma adrenalina y las ganas de vivir que me ofrece la moto, y pensé en el coche, que también me ha gustado toda la vida. Y la verdad es que lo estoy consiguiendo. Pensaba que no se me daría lo mismo que la moto y me lo estoy pasando realmente muy bien. Gracias a Nani, a Pep Vila, a Gerard Ferrés y la gente que entienden de eso y que están a mi lado y que quieren lo mejor para mí, escogimos ir con este coche, un T1.2, que ya es un coche grande, no es empezar con un Side by Side. Es un coche más seguro, más divertido y es un coche que también, si lo haces medianamente bien, irás más arriba en la clasificación.

¿Con Laia Sanz, Isidre Esteve, etc., ya has hablado para que te den un consejo más enfocado a la orientación, temas técnicos?

Sí, sí. Con Nani somos amigos desde hace 30 años que vamos en moto juntos y hay un trato familiar. Con Pep Vila también somos muy amigos de hace muchos años y los dos han corrido muchos años en el Dakar y son unos grandes aficionados de este mundo y que me conocen mucho. Ellos son los que me asesoraron a comprar este coche, son los que me asesoran hacia donde tengo que ir. De hecho, he entrenado como han dicho ellos, de manera meticulosa y sobre todo confiando en la gente que sabe más que yo sobre cómo tienes que hacerlo y llevarlo a término. No sé cómo saldrá, si lo haremos bien, pero seguramente lo que haremos es pasárnoslo bien.

Pensaba que ir con el coche no me daría tanta adrenalina como en moto en el 2018, pero me lo estoy pasando muy y muy bien

Les pides que se dejen un pooc a cambio de venir a comer a Can Jubany...

Yo le digo a Nani que no se despiste que todavía lo adelantaré. Ellos tienen que ir a ganar, es su trabajo y, por suerte, no es mi trabajo, sino que es mi hobby. Tengo la suerte de que, como el trabajo y los proyectos me van bien, afortunadamente puedo cumplir este sueño que para muchos es imposible y que yo, en cambio, lo haré realidad. Por lo tanto, lo más importante es ir a pasarlo bien, es disfrutar de cada día, que son mis vacaciones. Pero con eso no tengo suficiente, lo quiero hacer bien e ir un paso más allá. Este será el problema, que quizás eso nos hará que algún día hagamos alguna croqueta o algún día queramos correr más de lo que toca. Tenemos que ser lo bastante conscientes, y por eso tengo a Marc, mi compañero, que me frena para que eso no pase.


¿Qué te pasó por la cabeza en el 2018 cuando fuiste al Dakar?

Fue curioso porque es un sueño hecho realidad, pero es un sueño que cuesta mucho. Un año antes me lastimé el día antes de ir la carrera. Era el último día entrenando y me trinché la mano, de hecho, casi la pierdo. Aquello me hizo ser consciente del nivel de peligro que había en torno al Dakar, pero, así y todo, mi objetivo era claro: ir al Dakar el año próximo, y en el 2018 pude ir. Cuando acabé el Dakar, te das cuenta de que es muy arriesgado ir en moto. Es decir, yo creo que hay muchos ángeles allí arriba que velan por ti porque si no se tuvieran que matar tres cada día en moto. Porque pasas por el lado de piedras a 150 km/h y pasas a dos dedos y dices ui si pasara más allá. Y alguien te ha hecho pasar un palmo más allá. Entonces, en moto es muy arriesgado y eres consciente una vez lo has hecho. Y ahora que voy en coche veo que en moto es peligroso, que no tiene nada que ver ir en moto que en coche.

Entrevista en Nandu Jubany antes del Dakar 2025 / Foto: Miquel Muñoz
La vestimenta con la marca Jubany estará presente en el Dakar 2025 / Foto: Miquel Muñoz

Comentaste que no volverías a hacer un Dakar. ¿Qué ha cambiado?

Ha cambiado el hecho de que yo en aquel momento pensaba que nunca en la vida podría hacer un Dakar en coche. Primeramente, porque el presupuesto de hacerlo en coche es muy elevado. En segundo lugar, porque no encontraría la gente que me ayudara a ir. Lo veía muy lejos, para no decir imposible, el año 2018. No me pensaba que nunca lo haría. Pero es lo que decía antes, que si el trabajo te va bien, los proyectos te van bien y el objetivo lo tienes claro... He encontrado a bastante gente que me quiere acompañar en este proyecto y los de casa tampoco me han llamado que no, porque también cuesta que acepte a uno no. Estoy en un momento de mi trabajo que tengo unos equipos consolidados, tengo restaurantes que funcionan con gente que me da la vida y que gracias a eso yo me puedo escapar. En lugar de estar de vacaciones, que normalmente las hago en enero, en lugar de estar tumbado en una hamaca, estaré allí en medio del desierto pasándolo muy bien, o pasándolo muy mal, depende del rato, pero he escogido ir a dar gas allí en el desierto.

¿Por lo tanto, los proyectos que tienes aquí en Catalunya continuarán abiertos en tu ausencia?

Curiosamente, cierro Can Jubany, que es la casa madre, del 1 al 20 de enero, es cuando cerramos por vacaciones. Yo normalmente siempre envío mensajes al Nani, siendo en la otra banda del mundo, en Indonesia o en Tailandia, que normalmente vamos hacia allí, toda la familia, y yo tengo que buscar por Internet para ir siguiendo la actualidad del Dakar cada año. A ver si acaba la carrera, si no acaba, si ahora no salen los resultados. Este año, por suerte, lo podremos ver de primera mano y espero que nos lo pasemos muy bien.

¿Son vacaciones, pero cocinarás? ¿Cómo has preparado la logística?

Bien, me llevo comer. Llevaremos la autocaravana llena de comer que cocinaremos allí. Tengo un amigo que se llama Xavi Pedrós, íntimos desde que éramos pequeños que íbamos al colegio, y es de aquellos amigos que, también si algún día se te va un poco la cabeza, te mete una colleja que te hace tocar de pies en el suelo. Él también es buen cocinero, le gusta comer bien, por lo tanto, me cuidará y cocinará un poco. Creo que aquí la historia ya no solo es correr el Dakar, sino ir a pasármelo bien desde que me levanto hasta que me voy a dormir. No quiero que nada se me haga una montaña y que no haga nada que no quiera hacer. Eso es muy importante.

Entrevista en Nandu Jubany antes del Dakar 2025 / Foto: Miquel Muñoz
Nandu Jubany durante la entrevista / Foto: Miquel Muñoz

Después de las etapas, organizas concursos de arroz, paellas...

Si Dios quiere y todavía estamos, que yo creo que estaremos, el día de la etapa de descanso con toda la familia de KH7, haremos una paella, haremos un arroz para todos los pilotos y copilotos, y toda la gran familia que lleva esta empresa, que eso también yo creo que será bonito. Ya lo hice en La Paz, cuando fui en moto, cogí e hice arroz para los 100 españoles que había. Esta vez seremos un poco menos, pero ya nos hemos llevado calamares de lata, arroz, sartenes, los fogones, el butano: todo el necesario para hacer unos buenos arroces y comer berberechos con salsa espinaler.


Hay muchísimas personas en el Dakar, pero el más especial es Marc Solà, que será tu compañero en esta aventura. ¿Qué relación tienes con él?

Con en Marc nos conocemos desde que él era pequeño, hace muchos años que lo conozco. Lo he visto toda la trayectoria en moto, de hecho, coincidimos yendo en moto. Curiosamente, cuando me hice daño con la moto a la mano, él me cogió del suelo y me llevó casi una hora y media arrastrándome hasta que fuimos al hospital, hasta que me pudo llevar a la civilización donde me viniera a buscar una ambulancia. Hace muchos años que nos conocemos y cuando decidimos ir con un coche grande e ir al Dakar con más cara y ojos, lo que tuvimos claro es que necesitábamos a un copiloto también más completo. Y que me pudiera frenar y que me pudiera aconsejar. Y la verdad es que estoy muy contento porque él a veces tiene más cosas claras que yo, que no tengo la experiencia. Al final, él tiene un recorrido, me conoce, sabe qué puedo hacer y hace muchas horas que entrenamos. Hemos entrenado mucho este año y yo creo que llegamos en un buen momento y con una buena capacidad de entendernos.

¿Un adjetivo cuando estás en los fogones y un adjetivo cuando conduces?

Satisfacción, cuando estoy en los fogones y cuando hago feliz a la gente que viene en mi casa. Y yo creo que disfruto el Dakar, que es diferente. Disfrutar acabando un Dakar y haciéndolo bien: disfrutando del comienzo hasta el final.