Globos aerostáticos, competiciones de palomas, el tira y afloja o pesca con caña fueron algunos de los deportes que formaron parte del programa de los Juegos Olímpicos de París 1900. Con el paso de los años, la elección de los deportes que participan en los Juegos Olímpicos fue variando, hasta llegar a los estandartes actuales, un proceso, eso sí, siempre cambiante. En los actuales Juegos que se están disputando de nuevo en París, han entrado el breakdance (por decisión del comité organizador, el francés), la escalada deportiva, el surf y el skateborading, y el COI ya lleva meses trabajando en los futuros Juegos Olímpicos, los de Los Ángeles 2028, con la intención de que haya más novedades.
Y, aunque pueda parecer una quimera, uno de los nuevos deportes con opciones a ser olímpicos es el automovilismo, lo que pone encima de la mesa la posibilidad a que la Fórmula 1 pueda ser un deporte olímpico, lo que supondría una auténtica revolución y, por qué no decirlo, un enorme debate. Además de la FIA, las otras federaciones que fueron consultadas por el COI con su entrada en el programa de Los Angeles 2028 como opción fueron las de béisbol, softbol, lacrosse, breakdance, kárate, kickboxing y squash.
Disparidad de opiniones sobre una hipotética Fórmula 1 olímpica
El principal debate sobre si la Fórmula 1 pudiera ser un deporte olímpico se centra en el principio de igualdad que reina en el espíritu olímpico. En el mundo del automovilismo, el deportista es clave, como también lo es el automóvil y el duro trabajo de los ingenieros en el taller para ganar unas décimas clave. En los Juegos Olímpicos, sin embargo, todos los vehículos deberían ser iguales, un cambio complicado de llevar a cabo. A todo ello, la inclusión de la F1 en Los Angeles 2028 obligaría a cambiar el calendario de la competición de motor, además de necesitar un despliegue de infraestructuras muy importante.
"La inclusión de la F1 en los Juegos Olímpicos podría ser un hito histórico para el deporte y ayudaría a expandir su alcance global. No obstante, se necesitarían ajustes significativos en la reglamentación y la estructura de las competiciones para garantizar la equidad y la competitividad”, declaró al respecto Ross Brawn, director deportivo de la Fórmula 1. Por lo que refiere a los pilotos, algunos como Max Verstappen ya se han mostrado contrarios a la idea, mientras que otros, como Charles Leclerc, están a favor. "Sería realmente fantástico poder tener deportes de motor en los Juegos Olímpicos y por supuesto que es posible", declaró el monegasco.
El automovilismo en la historia de los Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 fueron los últimos que acogieron pruebas relacionadas con el mundo del motor. De hecho, uno de los ganadores del Rally Olímpico fue Jean Todt, expresidente de la FIA y leyenda de Ferrari. Antes, en París 1900, se habían celebrado pruebas con furgonetas eléctricas en un programa que incluía hasta 14 modalidades de motor, como coches de dos, cuatro y seis plazas o taxis eléctricos.
Y en los polémicos Juegos Olímpicos de Berlín 1936, en plena época de la Alemania Nazi, la británica Betty Haig logró la medalla de oro en el Rally Olímpico, una carrera de 2.000 millas, con un Singer Nine Le Mans y con Joyce Lambert como copiloto.