La goleada del Barça al Real Madrid en el Clásico (0-4) supuso la confirmación que algo está cambiando en Can Barça. Xavi Hernández le ha dotado al equipo de una personalidad y un estilo propio que hace tiempo que no tenía, y juegue quien juegue todos parecen tener clara la idea a seguir para ser exitosos.

Dembélé sigue más fuera que dentro del Barça

Desde la llegada al banquillo del egarense en noviembre, la obra del Bernabéu ha sido la más perfecta, y aunque fue una actuación coral de todos los que participaron, volvió a aparecer el Dembélé más asistente. El francés le puso un balón a la cabeza de Aubameyang para que el gabonés marcara el primero y otro a Araujo para que el uruguayo hiciera el segundo.

Dembélé se fue de Militao y tuvo una ocasión clarísima / EFE

Aunque estuvo bastante impreciso, nada sorprendente en su estilo de juego, volvió a demostrar que es feliz en Barcelona y en el Barça, y la fiesta posterior a la goleada así lo demuestra, totalmente ajeno a la idea que posiblemente haya sido su último Clásico. A estas alturas, casi todo el mundo sabe que Dembélé tiene pie y medio fuera del Barça y que presumiblemente se irá gratis cuando acabe esta temporada y su contrato con el Barça.

Pero lo cierto es que hasta que no haya nada oficial, El Mosquito puede dar marcha atrás y quedarse. Ha demostrado que la comunión con el equipo es máxima, y también con Xavi Hernández, que le transmite una gran confianza, y está esperando que Joan Laporta haga algún movimiento que le pueda hacer cambiar de opinión.

Sacrificar el fichaje de Haaland y reubicar el dinero

El presidente blaugrana siempre ha defendido que la oferta es la que es, pero para quedarse a Dembélé hace falta un sacrificio importante. El sacrificio es renunciar definitivamente a Erling Haaland. Si el fichaje del noruego ya es algo de por sí prácticamente utópico, seguir intentándolo hasta el final puede hacer que el club desatienda otras negociaciones.

El Barça debe asumir que fichar a Haaland es imposible y reenfocar los objetivos / Europa Press

Una vez asumido que Haaland no fichará por el Barça, viendo el rendimiento de Aubameyang quizá no sea tan urgente fichar a un 9, y parte del dinero que se hubiera invertido en él pueda ser destinado a pagar a Dembélé, e incluso para avanzar en las renovaciones de Gavi y Araujo.

Dembélé se entiende a las mil maravillas con Auba, con quién ya coincidió en Dortmund, y aunque la sorpresa sería que se acabara quedando, es tan imprevisible dentro del campo como fuera de él, y todo puede suceder de aquí al 30 de junio.

 

Imagen principal: Aubameyang y Dembélé, una sociedad muy fructífera para el Barça / EFE