El Espanyol arrancará este lunes 15 de julio una pretemporada ilusionante en la antesala de su vuelta a Primera División. El equipo de Manolo González vuelve al trabajo después de conseguir el ascenso vía playoffs tras derrotar a Sporting de Gijón y Oviedo. De esta manera, los blanquiazules encaran un verano en el que ya tienen cuatro encuentros planificados: contra Girona (27/07), Huesca (31/07), Toulouse (04/08) y Heidenheim (10/08).

A pesar de las grandes expectativas de la afición blanquiazul, la realidad pide pies de plomo y paciencia con un proyecto que debe renacer para afianzarse. Las palabras de Fran Garagarza, director deportivo del Espanyol, no son para nada ilusionantes, pero son las que retratan de mejor manera la crítica situación del club. De momento, la dirección deportiva se prepara para sobrevivir con una economía de guerra, contemplando las ventas de jugadores importantes y donde la cantera se mantendrá como uno de los pilares innegociables.  

Garagarza: "El primer objetivo es mantener la categoría"

Fran Garagarza ya ha avisado de que esta no será una temporada fácil. En una entrevista con el diario Sport, el de Mutriku aseguraba que “El primer objetivo es mantener la categoría". Y es que, a pesar de la historia de la entidad en la máxima categoría del fútbol nacional, la realidad actual del club blanquiazul dista mucho de épocas pasadas. "No vamos a tener ahora mismo el Espanyol de otros años, es la realidad", explicaba Garagarza.

De momento, los periquitos se fijan como objetivo prioritario el mantener la categoría y el director deportivo ya avisa de que "es un objetivo complicado y exigente, como lo fue el ascenso y debemos ser conscientes de ello". La realidad es que el Espanyol no deja de ser un recién ascendido, con limitaciones económicas y con dos descensos muy recientes aún en la memoria. Es por ello, que hay que ir con pies de plomo a la hora de determinar las expectativas y las exigencias para esta temporada, siendo realistas con la crítica situación financiera y poniendo el foco en reafianzar al club en la máxima categoría.

Manolo González será el entrenador del Espanyol en su regreso a Primera División / Foto: Europa Press

El Espanyol está "en planta, pero dentro del hospital"

La mala gestión financiera del club ha hecho que el Espanyol se convierta en una entidad inestable que acumula dos descensos en cuatro años. Una cifra que asusta, especialmente si tenemos en cuenta que, antes de la llegada de la nueva propiedad, el club solo había bajado de categoría en cuatro ocasiones en toda su historia. 

Garagarza tampoco ha tenido reparo en pronunciarse sobre el tema económico: "seguimos en planta, pero dentro del hospital por una gestión anterior a nuestra llegada que nos limita y lastra mucho. Eso lleva a una situación de máxima dificultad en una categoría tan exigente como es la Primera División". Además, el director deportivo ha remarcado que no es la única persona responsable de afianzar nuevamente el club en primera y ha explicado que son muchos más los que luchan, empezando por la propiedad.

A pesar del ascenso, el Espanyol sigue "dentro del hospital" / Foto: EFE

"Esas limitaciones económicas que me encontré, al ser previas a mi llegada, nos han ahogado", explicaba un Garagarza que aprovechaba para exponer que la del Espanyol no es una situación única: "a nivel de presupuesto y límites salariales, el endeudamiento de los clubes es muy grande en cuanto a salarios". De momento, el primer paso de la dirección deportiva será el de encontrar el equilibrio y la estabilidad para mantener al equipo en primera.

La situación financiera del Espanyol marcará el mercado de verano

Precisamente esa crítica situación financiera es la que ha llevado al Espanyol a perder una de sus grandes perlas de la cantera: Nico Melamed. Bien es cierto que las pretensiones económicas del jugador quizás eran más elevadas de lo que el club estaba dispuesto a pagar por sus actuaciones sobre el césped, pero lo que ha quedado demostrado es que el Espanyol está lejos de poder competir financieramente con otros clubes de la categoría. Ni siquiera por retener a uno de los suyos.

El heredero del 21 ya ha hecho las maletas y volverá a la categoría de plata para jugar en un Almería que le ofrece cerca de 2 millones de euros por temporada. De la misma forma, el ahogamiento salarial ha impedido que ídolos de la afición como Keidi Bare puedan seguir vistiendo la blanquiazul. En el apartado de bajas, tampoco continuarán Óscar Gil, Víctor Ruiz y Keita Balde, cuyos contratos han expirado y quedan desvinculados del club. Mientras tanto, los futuros de Braithwaite, Puado y Joan García, seguido muy de cerca por Tottenham y Arsenal, siguen en el aire.

Nico Melamed dejó el Espanyol para fichar por el Almería / Foto: EFE

Tejero y Carlos Romero son las dos primeras incorporaciones del Espanyol

En la otra cara de la moneda, Garagarza ha cerrado las llegadas de Álvaro Tejero y Carlos Romero. El ex del Eibar finalizaba contrato y llega para reforzar el lateral izquierdo después de que Ramón Ramos no consiguiera dar el nivel esperado. Con la salida de Óscar Gil, Romero llega en condición de cedido procedente del Villarreal para apuntalar el lateral diestro y competirá con un Omar que, a día de hoy, parece inamovible del puesto.

El trabajo no cesa y, de hecho, la pasada semana se pudo ver a Mao Ye y Fran Garagarza en Valdebebas para sondear la situación de diferentes jugadores que han sonado para el conjunto perico: Rafa Obrador, Álvaro Rodríguez y Mario Martín. Por otro lado, la dirección deportiva también rastrea el mercado en busca de un central, aunque todo apunta a que la decisión final estará entre Javi Montero y Alejandro Francés.

La tarea no es fácil, ya que habrá que sobrevivir en Primera División con una economía de guerra que deberá readaptarse según las necesidades a lo largo del verano. Será un mercado largo y así lo reconoce un Garagarza que marca "el timing, el precio o la línea de sucesión" como factores claves para la dirección deportiva a la hora de acometer fichajes. De momento, les tocará hacer un gran esfuerzo para contentar las exigencias de una afición a la que el vasco cataloga como “el punto número uno del club”.