El FC Barcelona, una vez finalizado el mercado de fichajes estival y cerradas las incorporaciones de sus máximos objetivos, tiene delante de sí una dura tarea. Ahora que la plantilla de Xavi Hernández ha sido reforzada, los blaugrana tendrán que afianzar 'la base' que les ha permitido llegar hasta aquí, lo cual implica renovar a algunas de las piezas más importantes del equipo. Ya lo hicieron con un Marc André Ter Stegen que extendió su vinculación con el Barça hasta 2028, cuando tendrá 36 años, firmando así un último gran contrato.
En el caso del portero alemán, las negociaciones fueron muy sencillas y llegaron rápidamente a buen puerto, pero no van a ser iguales con un Frenkie de Jong que también termina contrato y que tiene otras expectativas. El neerlandés está vinculado con el Barça hasta 2026, y Joan Laporta tiene, como próximo objetivo, firmar un nuevo contrato para evitar posibles espantadas como la que sucediera con un Ousmane Dembélé que acabó por traicionar a los catalanes para marcharse al Paris Saint-Germain.
La renovación de Frenkie de Jong, complicada
Por el momento, la dirección deportiva culé no ha hecho ningún movimiento ni ha habido acercamiento por ninguna de las dos partes. Desde la ciudad Condal tienen pensado tocar el contrato de Frenkie, pero no se ha mantenido ninguna reunión ni se han iniciado ningún tipo de conversaciones.
Por otra parte, el centrocampista tampoco tiene ninguna prisa ni ninguna preocupación por activar nada. Recordemos que el neerlandés tiene un suculento contrato que, entre sueldo base, diferimiento y bonus, supera los 27 millones de euros brutos, una cifra que, como es lógico, no va a perdonar bajo ningún concepto.
De Jong sabe que, a la finalización de su contrato, podrá firmar con cualquier equipo y llevarse todo el dinero al llegar sin coste de traspaso. Una situación que pretende variar el FC Barcelona, pero que no será tan fácil como con Ter Stegen, que sabía que era su última oportunidad.
De Jong no tiene prisa por renovar su contrato
El Barça no puede alcanzar las cifras que está percibiendo de Jong, a pesar de que, con una extensión de contrato, pretenden atarlo y darle cierta estabilidad. El plan de los blaugrana es evitar una fuga como la de Dembélé, y en caso de salida del neerlandés, poder hacer caja por un centrocampista con mucho cartel.
Como decíamos, a Frenkie de Jong no le importa su situación y no tiene prisa. Primero, como decíamos, por el dinero que se le debe, segundo porque quiere ver como evoluciona el proyecto deportivo del equipo en Europa que, de momento, ha dejado muchas dudas. En caso de seguir así, el neerlandés podría plantarse en el último año de contrato sin renovar, y dejar al Barça entre la espada y la pared.