La continuidad de Xavi Hernández fue celebrada por una gran parte de la plantilla del Barça, que sigue confiando en su entrenador para llegar a los éxitos que no se han conseguido esta temporada, tras las decepcionantes derrotas contra el Paris Saint-Germain y el Real Madrid. Pero esta alegría puede transformarse rápidamente en pena, ya que la gran mayoría de jugadores están en una lista de posibles bajas para la próxima temporada.

En esta lista está incluido también Frenkie de Jong. Aunque el neerlandés ha sido uno de los jugadores más importantes para Xavi, como demuestra el hecho de que fuese titular en Champions pocos días después de que volviese de la lesión, el catalán no se niega a su salida. El motivo es claro, y es que el mediocentro no ha cumplido las expectativas que se tenían puestas en él.

Frenkie de Jong llorando después de lesionarse / Foto: EFE

Las lesiones perjudican a De Jong

Precisamente en las lesiones es donde está uno de los principales argumentos para su salida. En el último Clásico, 11 días después de volver a jugar, volvió a lesionarse después de sufrir un golpe en el tobillo por parte de Fede Valverde que le obligó a retirarse en camilla. Esta temporada, ya había sufrido otras dos lesiones contra el Celta de Vigo o el Athletic Club de Bilbao. Sabiendo que no volverá a jugar en lo que queda de temporada, De Jong se ha perdido un total de 21 partidos.

El problema, aun así, es que cuando ha estado disponible tampoco ha ofrecido un gran rendimiento. Ante la salida de Sergio Busquets, el neerlandés parecía estar llamado a ser el encargado de mantener el equilibrio en el centro del campo del Barça, aunque el pivote no fuese su puesto natural. Sus dificultades para jugar rápido y sus desconexiones en defensa, como el que le acabó costando el 1-2 a los culés contra el PSG, han demostrado que no era el idóneo para tomar el relevo del excapitán. Lo que ha obligado a Xavi a conformarse con Andreas Christensen para esa posición.

Frenkie de Jong dando un pase con el Barça / Foto: Europa Press

Una venta obligada

Por todo esto, y por la difícil situación económica que vive el club, Deco lo ha incluido en la lista de posibles ventas. No es la primera vez que el Barça ha intentado su venta, a pesar de la oposición del jugador. Pero esta vez, dado el flojo rendimiento que ha tenido, parece que Joan Laporta se mantendrá firme en su decisión de venderlo.

A no ser que decida bajarse el sueldo, en cuyo caso podría entrar en los planes de Xavi. El centrocampista tiene uno de los salarios más altos de la plantilla, aunque su rendimiento no se corresponda. Laporta sabe que, como en otras ocasiones, el jugador se negará a aceptar su salida, la cual podría reportar unos ingresos de alrededor de los 70 millones de euros para el Barça. Habrá que ver cómo se resuelve la situación, pero este verano puede marcar un antes y un después en la relación entre el club blaugrana y De Jong.