Joan Laporta sueña con tener otra constelación de estrellas en la delantera del Barça tal como la había años atrás. Sin embargo, la delicada situación financiera del club no permite desembolsar grandes cantidades. Uno de los objetivos de este verano en la tentativa de la secretaría técnica de fichar estrellas se llama Robert Lewandowski, que según Bild, el Bayern de Múnich lo ha tasado en 40 millones de euros.
Mateu Alemany y Joan Laporta buscan más oportunidades de mercado
El ariete polaco del Bayern es una de aquellas oportunidades de mercado que le interesa explotar al club. No obstante, Mateu Alemany sigue peinando el mercado en busca de más casos como el del polaco. Concretamente, el Barça está muy atento a los futbolistas los contratos de los cuales caducan pronto. Son un ejemplo Franck Kessié o Andreas Christensen, vinculados a sus respectivos clubs hasta el próximo 30 de junio, pero que ya han firmado un precontrato con la entidad blaugrana para vestir la camiseta del Barça a partir del próximo curso.
Los futbolistas que tienen contrato hasta el verano de 2023 también son objeto de interés de los culés. Como es el caso de Lewandowski, Mohamed Salah también está vinculado contractualmente con su club hasta entonces. Según las informaciones de las últimas semanas, el Barça también habría valorado incorporar el extremo egipcio, pero en la previa a la final de la Champions, Salah confirmó que seguiría jugando con los Reds en la próxima temporada. Además, con la más que probable salida de Ousmane Dembélé, el interés culé cobra todavía más fuerza.
Desazón en el Liverpool con Mohamed Salah
Antes de la gran final de París, el faraón se negaba a responder preguntas sobre su futuro alegando estar concentrado en el partido contra el Real Madrid. Sea como sea, el Liverpool esperaba negociar su nuevo contrato una vez jugada la final, y a día de hoy, el club británico sigue sin noticias sobre su estrella.
Salah no da señales de vida y en el Liverpool nace la desazón porque las expectativas para renovarlo eran altas. De hecho, se empieza a pensar que, cuando se refirió al hecho que la próxima temporada jugaría en Anfield, lo decía en el sentido de no descartar una salida de Merseyside de cara al próximo verano.
El Barça la espera y Mohamed Salah es consciente. Y ante la posibilidad cada vez más real de la salida de Sadio Mané, el aficionado Red teme perder a las dos estrellas de su equipo en cuestión de dos años.