El Sevilla FC está a punto de perder a dos de sus jugadores más importantes en este mercado de invierno, una situación que deja a García Pimienta en una posición muy delicada. El club hispalense necesita hacer caja de forma urgente para reducir su déficit y alcanzar la ansiada regla 1:1, que le permitiría reinvertir todos sus ingresos en nuevos fichajes. Sin embargo, actualmente solo puede reinvertir un 20% de las ventas y un 60% de los salarios liberados, lo que complica mucho las operaciones.

Hasta ahora, la venta de Lucas Ocampos a Rayados de Monterrey, que dejó en las arcas sevillistas aproximadamente 2,5 millones de euros, se destinó completamente a la llegada de Rubén Vargas, mientras que la salida de Gonzalo Montiel a River Plate, por una cantidad cercana a los dos millones, será otro pequeño alivio financiero. Pero el club necesita más. García Pimienta y Víctor Orta insisten en la necesidad de fichar un delantero que complemente a Isaac Romero, ya que Kelechi Iheanacho no ha rendido al nivel esperado.

Loïc Badé Sevilla / Foto: Europa Press
Loïc Badé Sevilla / Foto: Europa Press

El problema es que, para financiar nuevas incorporaciones, el Sevilla está obligado a realizar una gran venta. En este sentido, el traspaso de Loïc Badé al Aston Villa está muy avanzado. El club de Birmingham ya ha presentado una oferta formal de 25 millones de euros, incluyendo variables, aunque el club andaluz pide 30 millones. Las negociaciones están en su fase final y se espera que el acuerdo se cierre en breve, lo que podría suponer un respiro financiero importante.

Por otro lado, el Nápoles ha puesto sus ojos en Dodi Lukébakio, el máximo goleador del equipo con nueve tantos en 21 partidos. El equipo italiano busca un sustituto para Khvicha Kvaratskhelia, recientemente vendido al PSG por 75 millones de euros. Desde Bélgica, informan que el Nápoles está dispuesto a hacer una oferta contundente, aunque también hay otros clubes interesados, como la Juventus y un club de la Bundesliga, lo que podría encarecer la operación.

Para García Pimienta, la pérdida de dos piezas clave como Badé y Lukébakio supondría un golpe devastador a su proyecto deportivo, ya que ambos jugadores han sido fundamentales en el esquema del técnico. A pesar de que el club podría obtener alrededor de 40 millones de euros entre ambas ventas, la falta de garantías sobre posibles refuerzos mantiene en vilo al entrenador y a la afición.

Los próximos días serán claves para definir el futuro del Sevilla, que se encuentra en una encrucijada entre la necesidad económica y la competitividad deportiva.