Hoy es un día muy importante en la temporada del Real Madrid. Los blancos ya viajaron ayer lunes a París para preparar en territorio francés el partido de ida de los octavos de final de la Champions que se juega la noche del martes a partir de las nueve, y uno de los nombres propios de la lista de convocados que dio Carlo Ancelotti es el de Gareth Bale.

Bale, de fantasma a clave

El galés jugó 74 minutos en el empate del pasado fin de semana en el campo del Villarreal, y sorprendió que aguantara tantos minutos puesto que no había jugado un partido oficial desde que el 13 de noviembre disputara 45 minutos en la victoria de su selección contra Bielorrusia.

Bale jugó casi 75 minutos en Villarreal / EFE

Su larga inactividad, y su larguísimo historial con las lesiones y las recaídas de las mismas lesiones, hacen dudar y mucho que pueda ser titular en el Parque de los Príncipes, y él mismo no parece dispuesto a arriesgar su físico en exceso. Según se explicó en el programa El Larguero, de la Cadena SER, en el mismo seno del club hay muchas dudas de que pueda jugar dos partidos seguidos sin romperse.

Además, el periodista Antón Meana aseguró que "en el entorno del jugador quieren calma. No dicen que el jugador esté al 100% como para volver a ser titular." No obstante, su presencia en el 11 irá condicionada, en gran medida, por el estado físico de Karim Benzema. El francés también llega muy justo, y no ha podido jugar ningún minuto en los últimos tres partidos, por lo que se hace difícil de imaginar que, si juega, pueda hacerlo muchos minutos.

El galés prioriza el Mundial

La última palabra la tendrá Ancelotti, que viendo como se encuentran sus jugadores, deberá decidir. El técnico italiano admitió en la rueda de prensa previa al partido que Bale se marchará del club en verano, cuando acabe contrato, pero que el jugador "quiere acabar en el Real Madrid como se merece", y que su compromiso con el club y con sus compañeros es máximo.

Bale, eufórico con su selección, la de Gales / EFE

Pero no hay que olvidar el sueño de Bale, que no es otro que estar en el Mundial de Catar con su selección. Para ello deben ser los ganadores de un cuadro de cuatro equipos donde también están la Austria de su compañero Alaba, su rival en semifinales, y las selecciones de Escocia y Ucrania.

El partido contra los austríacos es el 24 del próximo mes, y Bale está desesperado por llegar bien físicamente a ese encuentro. Pero su equipo le necesita, más de lo que había podido parecer, y esta noche puede ser importante para empezar a decantar el signo de una eliminatoria que rebosa morbo por los cuatro costados.

 

Imagen principal: Carlo Ancelotti durante un partido del Real Madrid / EFE