Pablo Paéz ‘Gavi’ puede ser el responsable de que un jugador que hasta hace poco tiempo era considerado como intocable en el Barça acabe haciendo las maletas. Porque ahora que el ‘6’ ya está recuperado de su lesión, y poco a poco comienza a recuperar su mejor versión, ha recuperado su espacio en las alineaciones, y está teniendo un rol muy protagonista en los sistemas de Hans-Dieter Flick. En especial, durante los últimos partidos importantes.
Ha salido como titular en los determinantes choques contra el Atlético de Madrid, el Athletic Club de Bilbao y el Real Madrid, una cosa que deja en evidencia la increíble confianza que ‘Hansi’ tiene en sus capacidades. Se ha visto beneficiado por los problemas con la inscripción de Dani Olmo, pero a pesar de esto, es evidente que el ganador del Trofeo Kopa y del Golden Boy en el año 2022 cuenta con la protección del entrenador alemán.
Está convencido de que volverá a ser uno de los mejores mediocentros del planeta, y una de las grandes estrellas en el Camp Nou, así que tiene previsto seguir dándole oportunidades para que pueda recuperar la confianza en sí mismo, y dejar atrás la grave lesión de rodilla que sufrió hace poco más de un año. Pero esto ha significado una mala noticia para algunos compañeros que juegan en la misma demarcación, y han visto como su protagonismo se reduce.
Aquí podemos mencionar a Frenkie de Jong o a Pablo Torre, aunque el caso más significativo y destacado de todos es el de Fermín López. Con Xavi Hernández fue un pilar indispensable, y este año se esperaba que siguiera progresando y ganando jerarquía en el Barça, después de las increíbles actuaciones que realizó en los Juegos Olímpicos de París, resultando determinante para que ‘La Roja’ conquistara la segunda medalla de oro de su historia.
Por desgracia, Flick parece que no acaba de confiar en las habilidades del ex del Betis, del Linares y del Recreativo de Huelva, y antes ha preferido apostar por Gavi y por Olmo.
Fermín, cada vez más convencido de su salida del Barça
Fermín ha declarado siempre que su deseo es poder triunfar en el Barça, y convertirse en una leyenda, pero cada vez está más convencido y tiene más claro que lo mejor que puede hacer es salir.
No quiere vivir eternamente en el banquillo, pero con Flick no aspira a más que ser un simple revulsivo, y estar a la sombra de Gavi, Olmo, Pedri González y compañía.