Giro de guion inesperado en el GP de Bélgica. Aunque George Russell ha sorprendido al mundo entero y se ha llevado la victoria cuando nadie daba un euro por él, su sonrisa ha durado solo unas horas. Y es que la FIA ha decidido descalificarle porque su Mercedes no complica con el peso mínimo que se exige al final de una carrera, provocando que Lewis Hamilton herede su victoria y que Charles Leclerc suba al podio. El W15 de Russell ha pesado 796,5 kg, 1,5 kg menos del peso mínimo que son 798 kg, un error grave de su escudería que ha pagado muy caro, esterilizando una de las sorpresas del año.

El esfuerzo titánico de Russell queda en una nada

La salida ha sido caótica como nunca. Leclerc ha defendido su primera plaza con mucha facilidad, en gran parte gracias a la lucha por la segunda posición entre Hamilton y Pérez. Los dos coches se han tocado en varias ocasiones, muy agresivos, y el Mercedes ha adelantado en la primera curva al Red Bull, que ha tenido una carrera para olvidar. Quien también ha tenido una salida catastrófica ha sido Lando Norris, que ha perdido 3 posiciones en la primera vuelta y se ha encontrado con Max Verstappen justo detrás desde el inicio. Alonso, en su carrera particular, ha cedido la octava plaza al neerlandés en la primera vuelta y así se ha quedado hasta el final.

En un circuito tan largo, la estrategia es vital

A partir de aquí, la estrategia ha decidido el destino de cada piloto. Checo Pérez, preguntando al equipo por los problemas en la batería. La respuesta: todo perfecto. No lo notaba así el mexicano, que ha seguido perdiendo posiciones, mostrándose muy débil. Carlos Sainz, que salía séptimo, ha intentado una hazaña inesperada al querer hacer una sola parada en boxes. Los neumáticos duros volaban y, cuando todo el mundo ya había parado, el madrileño se ha encontrado en primera posición casi a mitad de la carrera. El equipo lo llamaba, pero a él no le interesaba. Si aguantaba unas vueltas más sin cambiar, podía sorprender a todo el mundo y luchar por un podio al final. Pero el sueño ha resultado ser eso, un sueño. Sainz ha acabado haciendo dos paradas de todas formas y ha terminado tal como salía.

Verstappen, con la misma actitud de siempre, comunicaba por radio que ya estaba preparado para empezar a atacar, dejando entender que hasta el momento estaba valorando la situación. Esperábamos una remontada épica del neerlandés, pero, al final, ha resultado ser todo palabras vacías. Su lucha ha sido con Lando Norris por la quinta plaza, pero en ningún momento ha podido acercarse a los de delante. El mejor del día, Hamilton, que en la tercera vuelta ya ha avanzado a Leclerc y ha intentado marcharse en solitario. Parecía una victoria plácida para el británico, pero su compañero de equipo tenía otros planes.

George Russell o como enfrentarse a las dificultades

En otra estrategia sorprendente, Russell ha decidido jugárselo todo a una parada, como quería hacer Sainz. 33 vueltas de neumático duro para acabar la carrera, y Hamilton que veía cómo se le escapaba el triunfo que ya saboreaba. Quedaban 5 vueltas y Russell mantenía 3 segundos de ventaja, pero el ritmo de Hamilton era muy superior. Nos esperaba un final espectacular entre los dos Mercedes, que serían primero y segundo, pero no quedaba claro en qué orden. Lewis ha llegado a falta de 2 vueltas y todo apuntaba a un adelantamiento fácil, pero Russell no se quería rendir fácilmente.

La pelea entre los dos británicos la ha aprovechado Oscar Piastri, que les recortaba 3 segundos y se quería unir a la fiesta a última hora. El australiano, que ha hecho una carrera muy sólida, con un adelantamiento espectacular a Leclerc para conseguir el podio, ha soñado por unos segundos, pero le ha faltado tiempo. Hamilton no ha tenido el impulso necesario para superar a su compañero, a pesar de tener neumáticos mucho menos desgastados, y Russell ha conseguido su segunda victoria de la temporada, contra todo pronóstico. Leclerc ha quedado aislado en cuarta plaza, y Norris no ha podido avanzar a Verstappen, que le saca unos puntos más en la clasificación.